En el torrente de la historia, algunos capítulos parecen estar destinados desde hace tiempo, pero siempre se representan de nuevo de formas inesperadas. En 2021, el gobierno chino, con fuerza implacable, prohibió por completo las actividades de minería de criptomonedas, motivado por la doble consideración de la estabilidad financiera y la seguridad energética. Un decreto hizo que la minería en China, que alguna vez ocupó la mitad del poder computacional de Bitcoin a nivel mundial, cayera en un silencio instantáneo; millones de Rig de Minera apagaron sus luces de indicador de la noche a la mañana, protagonizando una épica "migración de potencia computacional". Sin embargo, hoy, cuatro años después, una sorprendente realidad está surgiendo silenciosamente: las actividades de minería de Bitcoin en China no solo no han desaparecido, sino que han resurgido de manera secreta y tenaz, y su porcentaje de potencia computacional ha ascendido al tercer lugar a nivel mundial.
Esto no solo es una prueba de la línea roja de políticas, sino también un complejo juego tejido por incentivos económicos, acuerdos locales y realidades tecnológicas.
Regreso del mapa de potencia computacional
Según la agencia de análisis profesional Hashrate In