Los últimos datos de desempleo de EE. UU. revelan algo interesante: hasta la semana del 22 de noviembre, el número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayó a 216,000, casi 10,000 menos que las 225,000 que esperaba el mercado. A primera vista, parece bueno, realmente no hay muchas personas desempleadas.
Pero detrás de este número se esconde una situación más compleja. Los economistas han dado un nombre a esta ola del mercado laboral: "no contratar ni despedir". ¿Qué significa? Que las empresas no se atreven a despedir a nadie a la ligera, ni tienen ganas de contratar a nuevos empleados. ¿Por qué son tan cautelosos? La política comercial radical de Trump y las restricciones a la inmigración han dejado el mercado en un estado de confusión, y los empresarios están a la espera.
Lo que duele más es que gigantes como Amazon ya han comenzado a tomar medidas. La razón de los despidos es muy clara: si la IA puede hacer el trabajo, ¿por qué seguir manteniendo a las personas? Esta operación podría reflejarse en los datos del próximo año, aunque históricamente la relación entre los anuncios de despido y los datos de desempleo no es tan contundente.
En resumen, los números se ven bien en la superficie, pero en realidad son una pérdida.