Detectar si un hombre es realmente inteligente, en realidad es muy sencillo. Si una persona puede vivir sus días de manera estable, con una vida ordenada, sin enredos con personas tóxicas ni cargas innecesarias, eso generalmente no es suerte, sino gran sabiduría. La persona que logra esto suele tener tres cualidades: juicio claro, decisiones firmes y la capacidad de mantenerse alejada del riesgo sin alterar su calma. No hacen escándalos ni ostentan, pero en su día a día evitan silenciosamente los grandes obstáculos de la vida. Para los demás parecen tranquilos como un agua serena, pero en realidad eso es una muestra de inteligencia de alto nivel. Las personas verdaderamente fuertes no se miden por cuántos han vencido, sino por cuántos consumos innecesarios han evitado.