La ministra de finanzas de Gran Bretaña realmente debería aprender de sus errores anteriores esta vez. ¿El movimiento inteligente? Crear sustancialmente más margen de maniobra en los cálculos fiscales del país. Ese tipo de colchón enviaría una señal clara: en realidad está priorizando la estabilidad económica sobre la óptica política. Incorporar ese margen adicional podría ser la diferencia entre resistir choques inesperados y apresurarse a tomar medidas de emergencia más adelante.