La tasa de interés de los bonos del gobierno japonés supera el 2.1%... alcanzando un máximo en 26 años.

El indicador de referencia de tasas de interés a largo plazo en Japón, el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años, ha alcanzado un 2.1% anual, marcando un nuevo máximo en 26 años. Tras el reciente aumento de la tasa de interés por parte del Banco Central de Japón, junto con las preocupaciones sobre la expansión del gasto fiscal y el impacto combinado de la debilidad del yen, las tasas de interés del mercado están aumentando rápidamente.

El Banco Central de Japón elevó el 19 de diciembre su tasa de interés de referencia de “aproximadamente 0.5%” a “aproximadamente 0.75%”. Este es el nivel más alto en 30 años y se considera un importante punto de inflexión en la política monetaria de Japón, que ha mantenido durante mucho tiempo una postura de tasas de interés ultra bajas. Después del aumento de la tasa de referencia, los rendimientos de los bonos del gobierno también aumentaron, especialmente el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años, que alcanzó el 2.1% durante el día, marcando un récord desde febrero de 1999.

Otro contexto para el aumento de la tasa de interés es la alerta del mercado sobre la política fiscal expansiva masiva del gobierno japonés. El gabinete liderado por la primera ministra Sanae Takaichi está planeando recientemente un presupuesto adicional, lo que podría aumentar la emisión de deuda pública. Las preocupaciones sobre el aumento de la emisión suelen ser un factor que estimula las tasas de interés del mercado. Además, el aumento de tasas del Banco Central de Japón no ha logrado revertir la tendencia de debilidad sostenida del yen, y el mercado espera que en el futuro podría haber un aumento adicional más significativo.

Por otro lado, el tipo de cambio del yen todavía no ha logrado liberarse de su debilidad. En la tarde del 22, en el mercado de divisas de Tokio, el tipo de cambio del yen frente al dólar se situó en 1 dólar por 157.3 yenes, aumentando 0.62 yenes en comparación con el fin de semana anterior. Esto también intensifica la presión sobre el aumento de precios de importación en Japón y la posibilidad de que los inversores extranjeros se retiren. Aunque el responsable de la política de divisas del Ministerio de Finanzas de Japón, Kanda Masato, intervino verbalmente esa mañana diciendo “estamos preocupados por la posibilidad de fluctuaciones bruscas y unidireccionales del tipo de cambio”, su impacto real fue limitado.

Se considera ampliamente dentro y fuera del mercado que la actual situación de las tasas de interés y el tipo de cambio en Japón ha formado un complejo entramado interrelacionado. La razón radica en que el aumento de la tasa de interés de referencia no ha satisfecho plenamente las expectativas del mercado, mientras que factores como el plan de expansión fiscal del gobierno han generado una presión adicional para aumentar las tasas. Si la política de tasas de interés y la política monetaria de Japón no se desvían hacia una trayectoria más activa, la depreciación del yen y la tendencia al alza de las tasas de interés a largo plazo probablemente no se revertirán fácilmente.

Esta tendencia puede tener efectos contradictorios a largo y corto plazo en la economía general de Japón. Aunque beneficia a las empresas exportadoras, también puede venir acompañada de un aumento en los costos de financiamiento a largo plazo y una contracción de la demanda interna, lo que ha llevado a una atención sin precedentes sobre las políticas de respuesta de las autoridades japonesas.