Hay un grande inversor que, después de que un cierto fundador mostrara sus tenencias, casi se cae con un gran golpe al tomar la posición contraria.

El día 21, el ETH cayó a $2,623, quedando a solo $28 de la línea de liquidación de su posición larga en ETH de $2,595—realmente a la distancia de una aguja. Hay que saber que, en ese momento, ya había perdido $44 millones en su cuenta.

El resultado fue afortunado, el mercado realmente rebotó en el último momento. Este chico logró salir de la puerta del infierno, no fue liquidado en el punto más bajo ni vendió por pánico. Ahora la pérdida flotante se ha reducido a $1613 mil, lo que se considera recuperar media vida.

A veces el mercado es así, soportar ese último esfuerzo es abrirse a un nuevo horizonte.