Observando la caída de ETH, muchos traders minoristas se sienten incómodos con los gráficos de velas. Al ver cómo las pérdidas en sus cuentas se amplían gradualmente, su mente entra en una lucha interna: ¿Vender para cortar pérdidas? Después de todo, ya ha caído mucho; ¿Seguir aguantando? Pero temen que la caída continúe y las pérdidas sigan aumentando.

Pero lo interesante es que, justo cuando los minoristas están indecisos, las operaciones de ciertos ballenas grandes llaman la atención del mercado: con una pérdida flotante de 1.4 mil millones y aún así siguen tomando préstamos para aumentar sus posiciones. Detrás de estas dos decisiones completamente opuestas, se reflejan las diferencias fundamentales en la lógica de supervivencia de los distintos participantes del mercado.

¿Por qué las ballenas grandes se atreven a operar así? La clave sigue siendo la escala de fondos y la capacidad de tolerar riesgos. No están apostando a las subidas o bajadas a corto plazo, sino que basan sus movimientos en una evaluación del valor a largo plazo de ETH. Una pérdida flotante de 1.4 mil millones para ellos es muy diferente a que los minoristas pierdan unos pocos miles: cuando el tamaño es lo suficientemente grande, las fluctuaciones de precios a corto plazo dejan de ser un problema principal.

Veamos también el costo del capital. Las ballenas grandes pueden obtener fondos mediante staking, préstamos y otras formas, con costos de préstamo mucho más bajos. Sus fuentes de financiamiento también son más diversas, no solo con fondos propios, sino que además pueden apalancarse con diferentes instrumentos financieros. Esto les da una mayor capacidad para aumentar posiciones y un horizonte temporal más amplio.

¿Y los minoristas? Tienen un capital limitado y una capacidad limitada para soportar pérdidas. Ver cómo los números caen, la presión psicológica aumenta naturalmente. Además, por la asimetría de información y la falta de análisis profesional, suelen tomar decisiones irracionales impulsados por el miedo.

No significa que las ballenas siempre ganen ni que los minoristas siempre pierdan. Pero, frente a las mismas condiciones del mercado, las estrategias que adoptan tienen puntos de partida diferentes. Las ballenas se preocupan por la valorización a largo plazo de sus activos, mientras que los minoristas son más propensos a asustarse por los precios a corto plazo.

Para encontrar un método de operación que se adapte a cada uno, los minoristas primero deben entender su propia escala de fondos y capacidad de tolerancia al riesgo, y no imitar ciegamente las estrategias agresivas de las ballenas.