La tendencia a la baja del dólar australiano durante diez años es difícil de revertir, ¿puede realmente cambiar en 2026? Análisis de las perspectivas futuras del dólar australiano

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El dólar australiano es la quinta moneda de reserva con mayor volumen de negociación a nivel mundial y uno de los pares de divisas más líquidos en el mercado internacional de divisas. Sin embargo, desde una perspectiva a largo plazo, el rendimiento del dólar australiano en los últimos diez años ha sido bastante débil, lo que tiene una lógica económica profunda detrás.

¿Por qué el dólar australiano se está debilitando cada vez más? La causa fundamental de la depreciación superior al 35% en diez años

Desde el nivel de 1.05 a principios de 2013, hasta 2023, el dólar australiano frente al dólar estadounidense se ha depreciado más del 35%, mientras que en ese mismo período el índice del dólar estadounidense subió un 28.35%. Esto significa que el dólar australiano no se ha debilitado de forma aislada, sino que ha estado inmerso en un ciclo de dólar fuerte a nivel global.

Al observar el rendimiento del dólar australiano en los últimos diez años, varios períodos clave muestran perfiles muy diferentes:

2009–2011: Recuperación fuerte de China, alta demanda de materias primas, tasas de interés en Australia claramente superiores a las de EE. UU., llevando al dólar australiano a alcanzar cerca de 1.05 en su punto más alto.

2020–2022: Durante la pandemia, las políticas de control relativamente estables de Australia, la fuerte demanda de mineral de hierro en Asia y las políticas del banco central impulsaron al dólar australiano a subir aproximadamente un 38% en un año, incluso superando los 0.80 en algún momento.

2023–2024: La recuperación económica de China se ha debilitado, las materias primas fluctúan en niveles altos, y la brecha de tasas entre Australia y EE. UU. se ha reducido, llevando al dólar australiano a una tendencia a la baja a largo plazo.

Desde 2025 hasta ahora: Los precios del mineral de hierro y del oro se han recuperado, la reducción de tasas por parte de la Reserva Federal ha impulsado la entrada de capital en activos de riesgo, y el dólar australiano alcanzó un máximo de 0.6636. En 2025, la apreciación total fue de aproximadamente un 5–7%, pero a largo plazo, la tendencia sigue siendo débil.

Cada vez que el dólar australiano se acerca a los máximos anteriores, la presión vendedora en el mercado aumenta notablemente, reflejando que la confianza de los inversores en el dólar australiano sigue siendo limitada.

Los tres principales factores que impulsarán la tendencia futura del dólar australiano

Para determinar si el dólar australiano puede revertir su tendencia bajista, los inversores deben centrarse en las siguientes tres variables clave:

1. Política de tasas de interés del RBA y reconstrucción del diferencial

El dólar australiano ha sido considerado durante mucho tiempo una moneda de alto interés, y su atractivo depende en gran medida de la estructura del diferencial de tasas. Actualmente, la tasa de efectivo del Banco de Reserva de Australia (RBA) es aproximadamente del 3.60%, y se espera que en 2026 pueda volver a subir, con algunas instituciones considerando que el pico de tasas podría alcanzar el 3.85%.

Si la inflación persiste y el mercado laboral se mantiene resistente, la postura hawkish del RBA ayudará a que el dólar australiano recupere su ventaja en el diferencial; por el contrario, si las expectativas de subida de tasas se desvanecen, el soporte del dólar australiano se verá claramente debilitado.

2. Economía china y precios de materias primas

La estructura de exportación de Australia está altamente concentrada en mineral de hierro, carbón y energía, por lo que el dólar australiano es esencialmente una moneda de materias primas, y la demanda de China es la variable más importante.

Cuando la actividad de infraestructura y manufactura en China se recupera, los precios del mineral de hierro suelen subir en sincronía, y el dólar australiano suele reflejarse rápidamente en el tipo de cambio. Pero si la recuperación de China es débil, incluso si las materias primas reaccionan al alza a corto plazo, el dólar australiano tiende a experimentar un movimiento de “subir y bajar”. Esto también explica por qué el comportamiento del dólar australiano suele retrasarse respecto a los precios de las materias primas.

3. Tendencia del dólar y sentimiento de riesgo global

El ciclo de política de la Fed sigue siendo el núcleo del mercado de divisas global. En un entorno de reducción de tasas, la debilidad del dólar estadounidense suele favorecer a las monedas de riesgo, beneficiando claramente al dólar australiano. Pero si aumenta el apetito por la seguridad y el capital vuelve a fluir hacia el dólar, el dólar australiano, incluso sin deterioro en los fundamentos, puede verse presionado.

Los recientes movimientos en los precios de la energía y la debilidad de la demanda global siguen siendo pesimistas, y los inversores prefieren activos refugio en lugar de monedas cíclicas como el dólar australiano, limitando su potencial de subida.

Predicción de la tendencia futura del dólar australiano: análisis de las perspectivas de las instituciones

Las opiniones del mercado sobre el futuro del dólar australiano no son unánimes, reflejando la complejidad de las estimaciones:

Morgan Stanley estima que para finales de 2025, el dólar australiano frente al dólar estadounidense podría subir a 0.72, principalmente basado en la posible postura hawkish del Banco de Reserva de Australia y en el fortalecimiento de los precios de las materias primas.

El modelo estadístico de Traders Union indica un promedio de aproximadamente 0.6875 para finales de 2026 (rango de 0.6738 a 0.7012), y un aumento a 0.725 para finales de 2027, destacando la fortaleza del mercado laboral australiano y la recuperación de la demanda de materias primas.

UBS mantiene una postura más conservadora, sugiriendo que, aunque la economía australiana es resistente, la incertidumbre en el entorno comercial global y posibles cambios en la política de la Fed podrían limitar la subida del dólar australiano, con una expectativa de que la tasa de cambio se mantenga cerca de 0.68 a finales de año.

Los economistas del Banco de la Commonwealth de Australia han expresado una visión más cautelosa, sugiriendo que la recuperación del dólar australiano podría ser solo temporal, y que el máximo podría alcanzarse en marzo de 2026, pero que a finales de ese año podría volver a caer.

Algunos análisis en Wall Street advierten que, si EE. UU. evita una recesión pero el dólar se mantiene muy fuerte (debido a las diferencias en tasas), el dólar australiano tendrá dificultades para superar los 0.67.

Observación personal: juicio pragmático sobre la futura tendencia del dólar australiano

Resumiendo las opiniones de varias fuentes, es probable que en la primera mitad de 2026 el dólar australiano oscile entre 0.68 y 0.70, principalmente influenciado por los datos de China y las fluctuaciones en el empleo no agrícola de EE. UU.

El dólar australiano no colapsará drásticamente, ya que los fundamentos de Australia son relativamente sólidos y el RBA mantiene una postura hawkish; pero tampoco llegará a 1.0 de forma inmediata, ya que las ventajas estructurales del dólar estadounidense siguen presentes.

La presión a corto plazo proviene principalmente de los datos económicos de China, mientras que los factores positivos a largo plazo son las exportaciones de recursos de Australia y el ciclo de materias primas. Para que el dólar australiano salga de una tendencia alcista a medio y largo plazo genuina, deben cumplirse simultáneamente tres condiciones: que el RBA vuelva a adoptar una postura hawkish, que la demanda china mejore sustancialmente y que el dólar estadounidense entre en una fase de debilitamiento estructural. Con solo una o dos de estas condiciones, el dólar australiano probablemente se mantendrá en un rango de fluctuación, en lugar de una subida unidireccional.

Resumen

El dólar australiano, como moneda de exportación de materias primas, sigue mostrando claramente su carácter de “moneda de commodities”, especialmente en relación con precios de cobre, mineral de hierro, carbón y otros materiales básicos. A corto plazo, el mantenimiento de una postura hawkish por parte del Banco de Reserva de Australia y la fortaleza de las materias primas ofrecerán soporte; pero a medio y largo plazo, la incertidumbre en la economía global y posibles rebotes del dólar estadounidense limitarán su potencial de subida.

Aunque es difícil predecir con precisión la futura tendencia del dólar australiano, su alta liquidez, la regularidad de su volatilidad y su estructura económica clara facilitan la estimación de su tendencia a medio y largo plazo. Entender las políticas del RBA, la economía china y la dirección del dólar estadounidense permitirá tener una visión más clara del comportamiento futuro del dólar australiano.

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