Muchos inversores principiantes comparten una misma duda: ¿por qué algunos invierten en crecimiento estable y otros sufren pérdidas frecuentes? La respuesta está en saber cómo construir un portfolio de inversión científico. Este artículo te ayudará a entender completamente este concepto y aprender a diseñar una estrategia de inversión a medida para ti.
¿Qué es exactamente un Portfolio de inversión?
Un portfolio de inversión (o cartera de inversión) se refiere a un método en el que el inversor, en proporciones determinadas, combina diferentes activos financieros como acciones, fondos, bonos, depósitos bancarios e incluso criptomonedas. Su objetivo principal es uno solo: maximizar los beneficios mientras se mantiene el riesgo dentro de un rango aceptable.
Muchas personas confunden el portfolio con simplemente ahorrar dinero. En realidad, son conceptos muy diferentes. Ahorrar en el banco solo permite que tu patrimonio supere la inflación; pero construir un portfolio, mediante una asignación científica de activos, puede hacer que tu riqueza crezca por interés compuesto. Como en la alimentación, donde una dieta equilibrada combina carne y verduras, la filosofía central del portfolio es: no poner todos los huevos en la misma cesta.
Una asignación saludable del portfolio debería incluir tanto activos de alto riesgo y alto rendimiento (como acciones y Bitcoin), como activos de bajo riesgo y estabilidad (como bonos y depósitos bancarios), e incluso reservar efectivo para gastos imprevistos.
Edad, tolerancia al riesgo, entorno del mercado: los tres factores decisivos del Portfolio
Tu edad determina tu grado de agresividad en inversión
La proporción de tu portfolio depende principalmente de cuántos años tienes. Un trabajador de 28 años y una persona de 65 años en retiro no pueden seguir la misma estrategia de inversión.
A los 28, cuentas con ingresos laborales constantes que complementan tu fondo de inversión. Incluso si en un año pierdes un 30%, aún eres joven y tienes tiempo para recuperarte con ingresos futuros. Por eso, en esta etapa puedes arriesgarte con activos de alto riesgo. Pero al llegar a los 65 y estar en retiro, tus fuentes de ingreso se reducen o desaparecen, y ya no puedes compensar pérdidas con trabajo, por lo que debes optar por una asignación más conservadora y de menor volatilidad.
La capacidad de tolerancia al riesgo de cada persona determina la proporción de activos
Algunos se asustan al pensar en inversión, otros ven en el riesgo una oportunidad. Según la tolerancia al riesgo, el portfolio suele dividirse en tres grandes tipos:
Tipo amante del riesgo (apto para jóvenes y inversores activos)
Acciones 50%, fondos 30%, bonos 15%, depósitos 5%
Tipo neutral al riesgo (apto para la mayoría de los inversores comunes)
Acciones 35%, fondos 35%, bonos 25%, depósitos 5%
Tipo reacio al riesgo (apto para conservadores y cercanos a la jubilación)
Acciones 20%, fondos 40%, bonos 35%, depósitos 5%
El entorno del mercado puede cambiar el rendimiento de los activos
Por ejemplo, los fondos de acciones en mercados emergentes y en mercados maduros muestran comportamientos muy diferentes. Tomando 2017-2020 como referencia, los ETF de mercados emergentes (EEM) y los ETF de la zona euro (EZU) subieron ambos, pero EEM tuvo un aumento mucho mayor, debido a su alto crecimiento y potencial de retorno.
Sin embargo, en la recesión de 2020-2022, la caída de EEM fue del 15.5%, mucho mayor que la del EZU, que fue del 5.8%. Esto explica por qué los mercados maduros son más estables: sus estructuras empresariales son más diversificadas y tienen mayor capacidad de resistir riesgos. Los mercados emergentes, en cambio, son más vulnerables a la geopolítica, las políticas de cambio y otros factores, y su volatilidad es mucho mayor.
¿Cómo armar un Portfolio? La pregunta que más se hacen
Muchos saben que deben diversificar, pero no saben cómo hacerlo. Aquí te presento las configuraciones más comunes:
Si prefieres una inversión conservadora, puedes seguir las tres categorías de tolerancia al riesgo mencionadas. Pero si solo quieres invertir en fondos, también existen planes específicos de portfolio de fondos:
Portfolio de fondos amante del riesgo
Fondos de acciones 60%, fondos de bonos 30%, fondos de commodities 10%
Portfolio de fondos neutral
Fondos de acciones 40%, fondos de bonos 40%, fondos de commodities 20%
Portfolio de fondos reacio al riesgo
Fondos de acciones 20%, fondos de bonos 60%, fondos de commodities 20%
Si tienes una capacidad de riesgo muy alta, también puedes destinar entre 100 y 200 dólares para invertir en divisas, criptomonedas y otros instrumentos de riesgo extremo—siempre que puedas soportar la posible pérdida de esa cantidad.
Caso práctico: ¿cómo armar un portfolio para ti mismo?
Después de toda la teoría, lo mejor es ilustrarlo con un ejemplo.
Supón que A tiene 28 años y 1 millón de dólares taiwaneses, y quiere construir su propio portfolio de inversión. ¿Qué debería hacer?
Paso 1: definir la tolerancia al riesgo
A es joven, busca crecimiento de patrimonio y es un inversor amante del riesgo.
Paso 2: establecer objetivos de inversión
Meta concreta: convertir 1 millón en 2 millones en 5 años, es decir, un incremento del 100%.
Paso 3: escoger los activos específicos
Según su objetivo y tolerancia, A selecciona acciones, fondos y depósitos bancarios.
Paso 4: determinar la asignación concreta
Acciones: 50,000 dólares (50%)
Fondos: 30,000 dólares (30%)
Depósitos: 10,000 dólares (10%)
Fondo de reserva: 10,000 dólares (10%, para gastos imprevistos)
¿Por qué reservar fondos de reserva? Porque tras la asignación del portfolio, necesitas mantener esa cantidad fija, sin moverla libremente. Sin fondos de reserva, si surge un gasto inesperado, te verás obligado a vender inversiones en mal momento, perjudicando tu estrategia.
El portfolio también tiene riesgos: cómo cubrirse
Construir un portfolio no es una tarea de una sola vez. La volatilidad del mercado, cambios sectoriales, inflación, eventos imprevistos—todo puede alterar tu plan.
Lo más importante es que el riesgo del portfolio también depende de tu actitud mental. Una vez que lo configures, lo que más pondrá a prueba tu inversión no será el dinero, sino tu fortaleza psicológica: ¿podrás mantener la calma ante pérdidas temporales?
Cómo enfrentarlo:
Establece previamente límites de ganancia y pérdida: define precios objetivos para evitar decisiones impulsivas ante movimientos bruscos del mercado.
Diversifica continuamente: aumenta la variedad de regiones y tipos de activos para reducir riesgos específicos.
Revisa y ajusta periódicamente: evalúa el rendimiento del portfolio cada trimestre o semestre y ajusta según los cambios del mercado.
Mantén una visión a largo plazo: no te dejes llevar por las fluctuaciones a corto plazo; sigue tu plan de inversión con disciplina.
Las 5 preguntas más frecuentes de los principiantes
Q1: ¿Puedo armar un portfolio si tengo poco dinero?
Por supuesto. La inversión mínima en fondos es de solo 3000 dólares, y los CFD tienen barreras aún más bajas. Solo necesitas cumplir con los mínimos de inversión de cada activo para empezar a construir tu portfolio.
Q2: ¿Tener un portfolio bien armado garantiza ganancias?
No necesariamente. El portfolio es solo una herramienta para equilibrar riesgo y retorno; las ganancias finales dependen del entorno del mercado y del rendimiento de los activos seleccionados. Es importante monitorear y ajustar regularmente.
Q3: ¿Qué conocimientos necesito para armar un portfolio?
Principalmente, entender los activos en los que inviertes—sus perspectivas, momentos adecuados para comprar o vender, y conocimientos financieros básicos, además de habilidades de análisis de datos.
Q4: ¿Puedo copiar el portfolio de otra persona si no sé cómo armarlo?
Puedes tomar como referencia un portfolio con objetivos similares, pero lo ideal es consultar a un asesor financiero para que te ayude a personalizarlo según tu situación financiera.
Q5: ¿Una vez armado el portfolio, puedo olvidarme de él?
Al contrario. Después de configurarlo, debes evaluarlo y ajustarlo periódicamente, ya que los cambios en el mercado pueden deteriorar las perspectivas de tus activos. La revisión constante es clave.
Recomendación final
Construir un portfolio con método científico en lugar de confiar en la suerte es la clave del éxito. Independientemente del monto, edad o género, todos deberían crear un portfolio que se ajuste a su tolerancia al riesgo y etapa de vida.
Recuerda: un portfolio no es para hacerse rico de la noche a la mañana, sino para hacer crecer tu patrimonio de forma estable, controlando los riesgos. Esa es la verdadera sabiduría en inversión.
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Construye tu fortaleza financiera personal: Guía completa de configuración de Portfolio
Muchos inversores principiantes comparten una misma duda: ¿por qué algunos invierten en crecimiento estable y otros sufren pérdidas frecuentes? La respuesta está en saber cómo construir un portfolio de inversión científico. Este artículo te ayudará a entender completamente este concepto y aprender a diseñar una estrategia de inversión a medida para ti.
¿Qué es exactamente un Portfolio de inversión?
Un portfolio de inversión (o cartera de inversión) se refiere a un método en el que el inversor, en proporciones determinadas, combina diferentes activos financieros como acciones, fondos, bonos, depósitos bancarios e incluso criptomonedas. Su objetivo principal es uno solo: maximizar los beneficios mientras se mantiene el riesgo dentro de un rango aceptable.
Muchas personas confunden el portfolio con simplemente ahorrar dinero. En realidad, son conceptos muy diferentes. Ahorrar en el banco solo permite que tu patrimonio supere la inflación; pero construir un portfolio, mediante una asignación científica de activos, puede hacer que tu riqueza crezca por interés compuesto. Como en la alimentación, donde una dieta equilibrada combina carne y verduras, la filosofía central del portfolio es: no poner todos los huevos en la misma cesta.
Una asignación saludable del portfolio debería incluir tanto activos de alto riesgo y alto rendimiento (como acciones y Bitcoin), como activos de bajo riesgo y estabilidad (como bonos y depósitos bancarios), e incluso reservar efectivo para gastos imprevistos.
Edad, tolerancia al riesgo, entorno del mercado: los tres factores decisivos del Portfolio
Tu edad determina tu grado de agresividad en inversión
La proporción de tu portfolio depende principalmente de cuántos años tienes. Un trabajador de 28 años y una persona de 65 años en retiro no pueden seguir la misma estrategia de inversión.
A los 28, cuentas con ingresos laborales constantes que complementan tu fondo de inversión. Incluso si en un año pierdes un 30%, aún eres joven y tienes tiempo para recuperarte con ingresos futuros. Por eso, en esta etapa puedes arriesgarte con activos de alto riesgo. Pero al llegar a los 65 y estar en retiro, tus fuentes de ingreso se reducen o desaparecen, y ya no puedes compensar pérdidas con trabajo, por lo que debes optar por una asignación más conservadora y de menor volatilidad.
La capacidad de tolerancia al riesgo de cada persona determina la proporción de activos
Algunos se asustan al pensar en inversión, otros ven en el riesgo una oportunidad. Según la tolerancia al riesgo, el portfolio suele dividirse en tres grandes tipos:
Tipo amante del riesgo (apto para jóvenes y inversores activos) Acciones 50%, fondos 30%, bonos 15%, depósitos 5%
Tipo neutral al riesgo (apto para la mayoría de los inversores comunes) Acciones 35%, fondos 35%, bonos 25%, depósitos 5%
Tipo reacio al riesgo (apto para conservadores y cercanos a la jubilación) Acciones 20%, fondos 40%, bonos 35%, depósitos 5%
El entorno del mercado puede cambiar el rendimiento de los activos
Por ejemplo, los fondos de acciones en mercados emergentes y en mercados maduros muestran comportamientos muy diferentes. Tomando 2017-2020 como referencia, los ETF de mercados emergentes (EEM) y los ETF de la zona euro (EZU) subieron ambos, pero EEM tuvo un aumento mucho mayor, debido a su alto crecimiento y potencial de retorno.
Sin embargo, en la recesión de 2020-2022, la caída de EEM fue del 15.5%, mucho mayor que la del EZU, que fue del 5.8%. Esto explica por qué los mercados maduros son más estables: sus estructuras empresariales son más diversificadas y tienen mayor capacidad de resistir riesgos. Los mercados emergentes, en cambio, son más vulnerables a la geopolítica, las políticas de cambio y otros factores, y su volatilidad es mucho mayor.
¿Cómo armar un Portfolio? La pregunta que más se hacen
Muchos saben que deben diversificar, pero no saben cómo hacerlo. Aquí te presento las configuraciones más comunes:
Si prefieres una inversión conservadora, puedes seguir las tres categorías de tolerancia al riesgo mencionadas. Pero si solo quieres invertir en fondos, también existen planes específicos de portfolio de fondos:
Portfolio de fondos amante del riesgo Fondos de acciones 60%, fondos de bonos 30%, fondos de commodities 10%
Portfolio de fondos neutral Fondos de acciones 40%, fondos de bonos 40%, fondos de commodities 20%
Portfolio de fondos reacio al riesgo Fondos de acciones 20%, fondos de bonos 60%, fondos de commodities 20%
Si tienes una capacidad de riesgo muy alta, también puedes destinar entre 100 y 200 dólares para invertir en divisas, criptomonedas y otros instrumentos de riesgo extremo—siempre que puedas soportar la posible pérdida de esa cantidad.
Caso práctico: ¿cómo armar un portfolio para ti mismo?
Después de toda la teoría, lo mejor es ilustrarlo con un ejemplo.
Supón que A tiene 28 años y 1 millón de dólares taiwaneses, y quiere construir su propio portfolio de inversión. ¿Qué debería hacer?
Paso 1: definir la tolerancia al riesgo A es joven, busca crecimiento de patrimonio y es un inversor amante del riesgo.
Paso 2: establecer objetivos de inversión Meta concreta: convertir 1 millón en 2 millones en 5 años, es decir, un incremento del 100%.
Paso 3: escoger los activos específicos Según su objetivo y tolerancia, A selecciona acciones, fondos y depósitos bancarios.
Paso 4: determinar la asignación concreta
¿Por qué reservar fondos de reserva? Porque tras la asignación del portfolio, necesitas mantener esa cantidad fija, sin moverla libremente. Sin fondos de reserva, si surge un gasto inesperado, te verás obligado a vender inversiones en mal momento, perjudicando tu estrategia.
El portfolio también tiene riesgos: cómo cubrirse
Construir un portfolio no es una tarea de una sola vez. La volatilidad del mercado, cambios sectoriales, inflación, eventos imprevistos—todo puede alterar tu plan.
Lo más importante es que el riesgo del portfolio también depende de tu actitud mental. Una vez que lo configures, lo que más pondrá a prueba tu inversión no será el dinero, sino tu fortaleza psicológica: ¿podrás mantener la calma ante pérdidas temporales?
Cómo enfrentarlo:
Las 5 preguntas más frecuentes de los principiantes
Q1: ¿Puedo armar un portfolio si tengo poco dinero? Por supuesto. La inversión mínima en fondos es de solo 3000 dólares, y los CFD tienen barreras aún más bajas. Solo necesitas cumplir con los mínimos de inversión de cada activo para empezar a construir tu portfolio.
Q2: ¿Tener un portfolio bien armado garantiza ganancias? No necesariamente. El portfolio es solo una herramienta para equilibrar riesgo y retorno; las ganancias finales dependen del entorno del mercado y del rendimiento de los activos seleccionados. Es importante monitorear y ajustar regularmente.
Q3: ¿Qué conocimientos necesito para armar un portfolio? Principalmente, entender los activos en los que inviertes—sus perspectivas, momentos adecuados para comprar o vender, y conocimientos financieros básicos, además de habilidades de análisis de datos.
Q4: ¿Puedo copiar el portfolio de otra persona si no sé cómo armarlo? Puedes tomar como referencia un portfolio con objetivos similares, pero lo ideal es consultar a un asesor financiero para que te ayude a personalizarlo según tu situación financiera.
Q5: ¿Una vez armado el portfolio, puedo olvidarme de él? Al contrario. Después de configurarlo, debes evaluarlo y ajustarlo periódicamente, ya que los cambios en el mercado pueden deteriorar las perspectivas de tus activos. La revisión constante es clave.
Recomendación final
Construir un portfolio con método científico en lugar de confiar en la suerte es la clave del éxito. Independientemente del monto, edad o género, todos deberían crear un portfolio que se ajuste a su tolerancia al riesgo y etapa de vida.
Recuerda: un portfolio no es para hacerse rico de la noche a la mañana, sino para hacer crecer tu patrimonio de forma estable, controlando los riesgos. Esa es la verdadera sabiduría en inversión.