El sector de la inteligencia artificial experimentó una notable turbulencia el miércoles tras las decepcionantes previsiones trimestrales de Oracle y el anuncio de gastos de capital sustancialmente elevados, lo que provocó un efecto dominó en los proveedores de hardware y los proveedores de infraestructura.
La explosión de costes de Oracle genera escepticismo entre los inversores
Oracle anunció planes para destinar $50 mil millones a gastos de capital en el ejercicio fiscal 2026, una escalada dramática respecto a la cifra previamente comunicada de $35 mil millones. Esta aceleración del gasto, junto con una orientación futura poco convincente, asustó inmediatamente a los mercados. La acción de la firma de computación en la nube cayó casi un 10%, mientras que su obligación de rendimiento restante—un indicador crucial de la visibilidad de ingresos futuros—se situó en $523 mil millones, ligeramente por debajo de las expectativas de los inversores.
Pérdidas en cascada en el ecosistema de hardware de IA
La ansiedad del mercado se extendió más allá del gráfico de Oracle. Nvidia Corporation (NASDAQ: NVDA), un proveedor fundamental de capacidades de procesamiento de IA, retrocedió un 1,3% en las operaciones posteriores al cierre. CoreWeave Inc (NASDAQ: CRWV), otro actor clave en infraestructura que atiende tanto a Oracle como a OpenAI, cayó más de un 3%. La contagiosa propagación continuó en el complejo de semiconductores: Broadcom Inc (NASDAQ: AVGO), Marvell Technology Inc (NASDAQ: MRVL) y Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) registraron pérdidas que oscilan entre el 0,5% y el 1%.
La carga de la deuda se convierte en una preocupación central
Lo que aumentó las preocupaciones de los inversores fue la creciente deuda de Oracle para respaldar sus ambiciones en IA. La compañía ha recurrido ampliamente a los mercados de deuda, levantando decenas de miles de millones mediante emisiones de bonos para impulsar su plan de expansión de centros de datos. Sin embargo, esta estrategia financiera ha activado las alarmas: el coste de asegurar la deuda de Oracle contra el impago alcanzó recientemente su nivel más alto desde marzo de 2009, lo que indica un aumento del riesgo de contraparte en la evaluación del mercado.
Durante la llamada de resultados, el CEO Clay Magouyrk abordó las consultas sobre financiación, pero se negó a proporcionar detalles sobre cómo Oracle financiaría su agresivo desarrollo de infraestructura, dejando a los analistas extrapolar posibles escenarios de liquidez.
La conversión de ingresos sigue sin demostrarse
El desafío fundamental que enfrenta Oracle refleja una incertidumbre más amplia en la industria: si una inversión masiva de capital puede traducirse de manera fiable en una expansión proporcional de los ingresos. Oracle ha asegurado con éxito contratos de IA de alto perfil—especialmente con OpenAI y otras entidades prominentes—pero ahora la compañía debe demostrar que puede monetizar sus inversiones en infraestructura con suficiente velocidad.
Esta duda gana peso en medio de una competencia cada vez más intensa. Gigantes tecnológicos como Google de Alphabet están persiguiendo agresivamente estrategias similares de infraestructura de IA, fragmentando las oportunidades de mercado y comprimiendo los márgenes. Los observadores del mercado están vigilando de cerca si la trayectoria de gasto de Oracle sigue justificada por la conversión real de reservas y la sostenibilidad de la demanda de los clientes.
El sentimiento cauteloso subraya un momento crítico: la narrativa de infraestructura de IA, aunque convincente, debe demostrar eventualmente sostenibilidad financiera. La débil orientación a corto plazo de Oracle ha cristalizado esta preocupación en todo el sector.
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Los planes de gasto en infraestructura de IA generan inquietud en el mercado, con el aumento de CAPEX de Oracle afectando a los proveedores de chips
El sector de la inteligencia artificial experimentó una notable turbulencia el miércoles tras las decepcionantes previsiones trimestrales de Oracle y el anuncio de gastos de capital sustancialmente elevados, lo que provocó un efecto dominó en los proveedores de hardware y los proveedores de infraestructura.
La explosión de costes de Oracle genera escepticismo entre los inversores
Oracle anunció planes para destinar $50 mil millones a gastos de capital en el ejercicio fiscal 2026, una escalada dramática respecto a la cifra previamente comunicada de $35 mil millones. Esta aceleración del gasto, junto con una orientación futura poco convincente, asustó inmediatamente a los mercados. La acción de la firma de computación en la nube cayó casi un 10%, mientras que su obligación de rendimiento restante—un indicador crucial de la visibilidad de ingresos futuros—se situó en $523 mil millones, ligeramente por debajo de las expectativas de los inversores.
Pérdidas en cascada en el ecosistema de hardware de IA
La ansiedad del mercado se extendió más allá del gráfico de Oracle. Nvidia Corporation (NASDAQ: NVDA), un proveedor fundamental de capacidades de procesamiento de IA, retrocedió un 1,3% en las operaciones posteriores al cierre. CoreWeave Inc (NASDAQ: CRWV), otro actor clave en infraestructura que atiende tanto a Oracle como a OpenAI, cayó más de un 3%. La contagiosa propagación continuó en el complejo de semiconductores: Broadcom Inc (NASDAQ: AVGO), Marvell Technology Inc (NASDAQ: MRVL) y Advanced Micro Devices (NASDAQ: AMD) registraron pérdidas que oscilan entre el 0,5% y el 1%.
La carga de la deuda se convierte en una preocupación central
Lo que aumentó las preocupaciones de los inversores fue la creciente deuda de Oracle para respaldar sus ambiciones en IA. La compañía ha recurrido ampliamente a los mercados de deuda, levantando decenas de miles de millones mediante emisiones de bonos para impulsar su plan de expansión de centros de datos. Sin embargo, esta estrategia financiera ha activado las alarmas: el coste de asegurar la deuda de Oracle contra el impago alcanzó recientemente su nivel más alto desde marzo de 2009, lo que indica un aumento del riesgo de contraparte en la evaluación del mercado.
Durante la llamada de resultados, el CEO Clay Magouyrk abordó las consultas sobre financiación, pero se negó a proporcionar detalles sobre cómo Oracle financiaría su agresivo desarrollo de infraestructura, dejando a los analistas extrapolar posibles escenarios de liquidez.
La conversión de ingresos sigue sin demostrarse
El desafío fundamental que enfrenta Oracle refleja una incertidumbre más amplia en la industria: si una inversión masiva de capital puede traducirse de manera fiable en una expansión proporcional de los ingresos. Oracle ha asegurado con éxito contratos de IA de alto perfil—especialmente con OpenAI y otras entidades prominentes—pero ahora la compañía debe demostrar que puede monetizar sus inversiones en infraestructura con suficiente velocidad.
Esta duda gana peso en medio de una competencia cada vez más intensa. Gigantes tecnológicos como Google de Alphabet están persiguiendo agresivamente estrategias similares de infraestructura de IA, fragmentando las oportunidades de mercado y comprimiendo los márgenes. Los observadores del mercado están vigilando de cerca si la trayectoria de gasto de Oracle sigue justificada por la conversión real de reservas y la sostenibilidad de la demanda de los clientes.
El sentimiento cauteloso subraya un momento crítico: la narrativa de infraestructura de IA, aunque convincente, debe demostrar eventualmente sostenibilidad financiera. La débil orientación a corto plazo de Oracle ha cristalizado esta preocupación en todo el sector.