¿ Ordinaria o Preferencial? Entiende las diferencias entre ON, PN y Units antes de invertir

Si estás empezando en el mercado de acciones, probablemente te enfrentes a una duda fundamental: ¿qué tipo de acción elegir? La respuesta no es tan sencilla como parece. Cuando hablamos de acciones ordinarias o preferentes, estamos ante dos caminos distintos con características, derechos y beneficios completamente diferentes. Y aún hay un tercer camino: las Units, que combinan lo mejor (o peor) de ambos mundos.

Esta guía práctica desvelará estas categorías de forma sencilla, ofreciendo una comprensión real sobre cómo funciona cada una en el mercado y cuál se ajusta mejor a tu perfil de inversor.

¿Qué exactamente es una acción?

Antes de sumergirnos en las categorías, vamos a lo básico: una acción no es más que una parte de una empresa. Cuando compras una acción, te conviertes en socio de esa compañía, aunque sea muy pequeño.

Las empresas venden estos “migas” de su capital para obtener fondos. Ese dinero financia proyectos, expande operaciones, invierte en investigación — en definitiva, impulsa el negocio hacia adelante.

Para el inversor, las acciones abren dos puertas de ganancia: valoración (si la empresa crece, tu acción se vuelve más cara) y dividendos (la empresa puede compartir las ganancias contigo).

Pero las acciones no son iguales a otras inversiones. Los títulos de renta fija, por ejemplo, prometen ganancias previsibles. ¿Acciones? Son impredecibles. Pueden rendir mucho o poco. Pueden subir o desplomarse. Por eso se dice que son “renta variable”.

La gran diferencia está en los derechos que obtienes. Como accionista, dependiendo del tipo de acción que poseas, tienes derecho a voto en las decisiones de la empresa. Quien invierte en títulos no tiene ese poder. Y en lo que respecta a recibir dividendos, los accionistas de diferentes tipos de acciones pueden tener prioridades distintas — y esa es exactamente la razón por la que existen categorías.

Acciones Ordinarias (ON): el poder de voto en tus manos

La acción ordinaria (ON) es para quien desea voz activa en la empresa. Punto final.

Cuando posees ON, tienes derecho a acudir a las asambleas generales y votar en decisiones importantes: quién será el presidente, cómo se gastarán las ganancias, si la empresa hará una fusión o no. Cuantas más acciones ON tengas, mayor será tu poder de voto.

En Brasil, las acciones ordinarias siempre terminan en “3” en su código de negociación. PETR3 es ordinaria, VALE3 es ordinaria, ITUB3 es ordinaria. Fácil de identificar.

Los derechos que vienen con una acción ordinaria son:

Voto en asambleas: La característica principal. Influye en decisiones de la compañía. Pero, honestamente, ¿un pequeño inversor puede influir en mucho solo? Necesitas muchas acciones para tener peso real.

Dividendos: Sí, los recibes. Pero no tienen prioridad. Si la empresa tiene beneficios limitados para distribuir, los preferentes reciben primero. Los ordinarios, lo que quede.

Derecho de suscripción: Si la empresa emite nuevas acciones, tienes derecho a comprarlas primero, manteniendo tu porcentaje en la empresa.

Bonificaciones: A veces, la empresa distribuye nuevas acciones en lugar de dinero. Cuanto más acciones tenías antes, más recibes.

Los pros y contras de la acción ordinaria

Si quieres influir de verdad, las acciones ordinarias son atractivas. Tienes poder de voto real y puedes seguir decisiones estratégicas. Si la empresa prospera, tu acción sube junto con ella. Así de simple.

Pero hay trampas. Las acciones ordinarias son tan volátiles como cualquier otra acción — el mercado oscila, puedes perder dinero. Además, los dividendos no están garantizados. La empresa puede ganar mucho y decidir reinvertir en lugar de pagar a los accionistas. Y generalmente, las acciones ordinarias tienen menos liquidez en el mercado — es más difícil encontrar quién las compre que en el caso de las preferentes.

Ejemplos reales de ordinarias que conoces:

  • Petrobras (PETR3): la mayor petrolera de Brasil
  • Vale (VALE3): una de las mayores mineras del mundo
  • Itaú Unibanco (ITUB3): el mayor banco privado de Brasil

Para quienes están dispuestos a asumir riesgo de renta variable y quieren tener alguna voz en la empresa, las ordinarias pueden tener sentido. Pero requiere compromiso real con el conocimiento de la compañía.

Acciones Preferentes (PN): prioridad en dividendos, sin voto

Ahora tenemos la otra cara de la moneda: las acciones preferentes (PN).

Con una PN, renuncias al derecho de voto (@o tienes voto muy restringido) a cambio de prioridad absoluta en dividendos. Si la empresa tiene beneficios limitados para distribuir, los accionistas preferentes cobran primero. Los ordinarios, lo que quede.

Muchas empresas establecen un porcentaje fijo de dividendo extra para las preferentes. El Banco Santander Brasil, por ejemplo, siempre paga un 10% más en dividendos a quienes tienen PN (SANB4) que a quienes tienen ON (SANB3).

Las acciones preferentes terminan en “4” o “5” en la bolsa. PETR4, SANB4, BBDC4 — los identificas enseguida.

Los derechos específicos de la acción preferente son:

Prioridad en dividendos: Si la empresa tiene dinero limitado para distribuir, los accionistas preferentes cobran primero. Es una protección real.

Prioridad en reembolso: Si la empresa quiebra y se liquida, los preferentes reciben su dinero de vuelta antes.

Voto restringido o ninguno: No votas o solo en casos muy específicos.

Suscripción y bonificaciones: Igual que las ordinarias, tienes derecho a comprar nuevas acciones antes que otros y recibir bonificaciones.

Los pros y contras de la acción preferente

El gran atractivo de las preferentes es la seguridad en dividendos. Si buscas renta regular, PN es más confiable que ON. Además, las preferentes suelen tener más liquidez en el mercado — es más fácil comprar y vender porque hay más negociación.

¿La desventaja obvia? Cero poder de voto (@en la mayoría de los casos). Si la empresa toma una decisión equivocada y tú no estás de acuerdo, no puedes hacer nada más que vender tus acciones.

Ejemplos de acciones preferentes en Brasil:

  • Petrobras (PETR4): la misma petrolera, pero en versión preferente
  • Bradesco (BBDC4): segundo mayor banco privado
  • Gerdau (GGBR4): una de las mayores siderúrgicas de América Latina

Si buscas flujo de dividendos más previsible y no te importa el voto, las preferentes son más seguras.

Units: el paquete combo de acciones

Existe un tercer camino que pocos principiantes conocen: las Units. Piénsalas como un paquete cerrado que agrupa tanto acciones ordinarias como preferentes de la misma empresa en una sola transacción.

Supón que la empresa Santander crea una Unit con 1 ordinaria (SANB3) + 4 preferentes (SANB4). Cuando compras la Unit (SANB11), estás comprando todo el paquete de una vez. Automático, sin necesidad de negociar cada acción individualmente.

Como las Units combinan ambos tipos, ganas simultáneamente: derecho a voto (de la ordinaria) y prioridad en dividendos (de la preferente). Es como tener lo mejor de ambos mundos en un solo activo.

Los pros y contras de las Units

¿El mayor beneficio? Diversificación instantánea. Con una sola transacción, tienes exposición a diferentes clases de acciones. No necesitas pensar, ni calcular proporciones — llega listo.

En algunos casos, las Units tienen más liquidez que las acciones individuales, especialmente si la ordinaria tiene poca negociación. A veces, la Unit es la forma más segura de invertir en esa empresa.

Pero hay limitaciones. No eliges la proporción — viene como la estableció la empresa. Si crees que el ratio no es adecuado para tus objetivos, paciencia, tomas el paquete completo o nada. Y en algunos casos, si quieres convertir la Unit en acciones separadas después, puede haber costos involucrados.

Ejemplos de Units en el mercado brasileño:

  • Santander (SANB11): 1 ordinaria + 4 preferentes
  • Klabin (KLBN11): 1 ordinaria + 4 preferentes
  • Sanepar (SAPR11): 1 ordinaria + 4 preferentes

Las Units tienen sentido si buscas sencillez y exposición equilibrada.

¿Cómo escoger entre ordinaria, preferente o Unit?

Aquí tienes un mapa de decisión práctico:

Elige Ordinaria si:

  • Quieres influir en decisiones de la empresa
  • Tienes tiempo y conocimiento para seguir asambleas
  • Estás dispuesto a asumir riesgo de renta variable
  • Crees que la compañía va a crecer mucho

Elige Preferente si:

  • Buscas renta de dividendos más estable
  • No quieres lidiar con asambleas ni votaciones
  • Prefieres liquidez en mercado
  • Quieres protección en caso de problemas financieros de la empresa

Elige Unit si:

  • Quieres sencillez en una sola transacción
  • Buscas equilibrio entre voto y dividendos
  • La Unit tiene liquidez y se ajusta a tu objetivo
  • No quieres complicarte con proporciones ideales

¿La realidad? La mayoría de los inversores principiantes no necesita decidirse entre ellas como si fueran rivales. Puedes tener una cartera con ordinarias de empresas en las que crees, preferentes de compañías consolidadas que pagan bien dividendos, y quizás alguna Unit para diversificar.

El derecho de Tag Along: tu protección cuando todo cambia

Independientemente del tipo que elijas, hay un mecanismo súper importante que pocos inversores conocen: el Tag Along.

Imagina que eres accionista minoritario. Un gran inversor llega y ofrece una fortuna para comprar el control de la empresa. Tú no has sido consultado. Los controladores venden y se van. ¿Y tú? Quedas con una empresa que puede cambiar totalmente de gestión, estrategia, todo.

El Tag Along es tu derecho a “acompañar” esa venta. Si los accionistas controladores venden sus acciones a un cierto precio, tú tienes el derecho a vender las tuyas por el mismo precio y en las mismas condiciones. Es protección contra ser perjudicado injustamente.

Por ejemplo, la Compañía de Transmisión de Energía Eléctrica Paulista (TRPL3) ofrece un Tag Along del 80% para las ordinarias y del 0% para las preferentes. Esto significa: si la empresa se vende, quienes tienen ON pueden vender al 80% del precio de compra. Quienes tienen PN quedan totalmente desprotegidos — ninguna protección.

Al escoger una acción, siempre revisa cuál es el porcentaje de Tag Along. A veces, esa información te salva de una trampa.

Conclusión: ¿ordinaria o preferente? Depende de ti

Las acciones son fracciones reales del capital de una empresa. Funcionan diferente a otras inversiones porque aportan participación empresarial real. Dentro del universo accionario, tienes categorías distintas — ordinarias con poder de voto, preferentes con prioridad en dividendos, y Units que combinan ambas.

No hay una decisión “correcta” universal. La correcta para ti, según tu perfil de inversor, cuánto riesgo soportas, si quieres participar activamente o solo recibir dividendos, cuál es tu horizonte de inversión.

¿El secreto? Entender a fondo cada categoría, estudiar la empresa específica detrás de ellas, y alinear tu estrategia con tus objetivos reales. Acciones ordinarias o preferentes, cada una tiene su lugar en una cartera bien armada.

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