El debilitamiento del yen japonés es difícil de detener, la tasa de cambio alcanza nuevos mínimos y genera preocupaciones por intervención política
El rendimiento reciente del yen japonés ha sido débil, el dólar estadounidense frente al yen ha caído por debajo de 155, y el euro frente al yen ha establecido un nuevo mínimo histórico. Detrás de esta ola de depreciación, hay tanto un impulso por cambios en las políticas estadounidenses como una reflejo de las expectativas del mercado sobre la dirección de la política del Banco de Japón.
**¿Qué señales políticas se han visto con frecuencia? ¿Qué ha olfateado el mercado?**
La nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, ha hecho un llamado al Banco de Japón, instándolo a proceder con cautela en la subida de tasas, lo que claramente indica su deseo de ralentizar el ritmo de aumento de las tasas. Al mismo tiempo, la ministra de Finanzas de Japón, Shōzō Katō, emitió una advertencia el 12 de noviembre, señalando que en el mercado de divisas se han producido «movimientos unilaterales rápidos». Esta serie de acciones indica que las autoridades japonesas ya están alertas ante la tendencia de depreciación del yen.
Desde antecedentes históricos, Japón no es ajeno a intervenir en el mercado. En 2022 y 2024, cada vez que el yen enfrentaba una depreciación significativa, el Ministerio de Finanzas de Japón intervino de manera decisiva. En particular, el año pasado, los niveles de intervención se establecieron cerca de 158 y 161.7. Esto significa que la tendencia actual del mercado ya se acerca a puntos sensibles históricos.
**¿Qué opinan las instituciones? ¿Dónde está el consenso?**
Sobre el momento de la intervención política, las opiniones de diferentes instituciones varían. Bank of America cree que el dólar frente al yen necesita probar el nivel de 158 para que se active una respuesta política significativa. Goldman Sachs, por su parte, opina que la probabilidad de intervención aumentará notablemente cuando el tipo de cambio alcance 161-162. Estas perspectivas reflejan diferentes evaluaciones sobre la tolerancia del gobierno japonés.
Es importante destacar que la mayoría de las instituciones tienden a pensar que en el corto plazo no es muy probable que las autoridades japonesas intervengan de inmediato en el mercado. Esta evaluación se basa en un análisis integral del panorama económico global actual y del espacio de política del país.
**¿Hacia dónde se dirige la tendencia? ¿Quién la liderará?**
El rumbo del tipo de cambio en el futuro dependerá principalmente de dos factores. Primero, los datos económicos publicados tras la reactivación del gobierno de EE. UU., que determinarán la fortaleza del dólar; segundo, el plan de estímulo económico que Sanae Takaichi lanzará a finales de noviembre, que influirá en las expectativas del mercado sobre el futuro de Japón.
Desde un punto de vista técnico, se pueden usar herramientas como la interpolación de Lagrange para realizar análisis de rangos y ayudar a identificar niveles clave de soporte, pero en el fondo, la política macroeconómica sigue siendo la fuerza decisiva.
Según las estimaciones de JPMorgan y Mizuho Securities, el objetivo del dólar frente al yen para finales de diciembre de 2025 es de 156. Esta predicción considera tanto la posibilidad de intervención política como la evaluación del equilibrio a largo plazo del tipo de cambio.
En otras palabras, la depreciación del yen no continuará indefinidamente, pero la oportunidad y la intensidad de la intervención política aún son variables. Los inversores deben seguir de cerca los datos económicos de EE. UU. y Japón, así como las tendencias políticas, para captar el ritmo de la volatilidad del tipo de cambio.
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El debilitamiento del yen japonés es difícil de detener, la tasa de cambio alcanza nuevos mínimos y genera preocupaciones por intervención política
El rendimiento reciente del yen japonés ha sido débil, el dólar estadounidense frente al yen ha caído por debajo de 155, y el euro frente al yen ha establecido un nuevo mínimo histórico. Detrás de esta ola de depreciación, hay tanto un impulso por cambios en las políticas estadounidenses como una reflejo de las expectativas del mercado sobre la dirección de la política del Banco de Japón.
**¿Qué señales políticas se han visto con frecuencia? ¿Qué ha olfateado el mercado?**
La nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, ha hecho un llamado al Banco de Japón, instándolo a proceder con cautela en la subida de tasas, lo que claramente indica su deseo de ralentizar el ritmo de aumento de las tasas. Al mismo tiempo, la ministra de Finanzas de Japón, Shōzō Katō, emitió una advertencia el 12 de noviembre, señalando que en el mercado de divisas se han producido «movimientos unilaterales rápidos». Esta serie de acciones indica que las autoridades japonesas ya están alertas ante la tendencia de depreciación del yen.
Desde antecedentes históricos, Japón no es ajeno a intervenir en el mercado. En 2022 y 2024, cada vez que el yen enfrentaba una depreciación significativa, el Ministerio de Finanzas de Japón intervino de manera decisiva. En particular, el año pasado, los niveles de intervención se establecieron cerca de 158 y 161.7. Esto significa que la tendencia actual del mercado ya se acerca a puntos sensibles históricos.
**¿Qué opinan las instituciones? ¿Dónde está el consenso?**
Sobre el momento de la intervención política, las opiniones de diferentes instituciones varían. Bank of America cree que el dólar frente al yen necesita probar el nivel de 158 para que se active una respuesta política significativa. Goldman Sachs, por su parte, opina que la probabilidad de intervención aumentará notablemente cuando el tipo de cambio alcance 161-162. Estas perspectivas reflejan diferentes evaluaciones sobre la tolerancia del gobierno japonés.
Es importante destacar que la mayoría de las instituciones tienden a pensar que en el corto plazo no es muy probable que las autoridades japonesas intervengan de inmediato en el mercado. Esta evaluación se basa en un análisis integral del panorama económico global actual y del espacio de política del país.
**¿Hacia dónde se dirige la tendencia? ¿Quién la liderará?**
El rumbo del tipo de cambio en el futuro dependerá principalmente de dos factores. Primero, los datos económicos publicados tras la reactivación del gobierno de EE. UU., que determinarán la fortaleza del dólar; segundo, el plan de estímulo económico que Sanae Takaichi lanzará a finales de noviembre, que influirá en las expectativas del mercado sobre el futuro de Japón.
Desde un punto de vista técnico, se pueden usar herramientas como la interpolación de Lagrange para realizar análisis de rangos y ayudar a identificar niveles clave de soporte, pero en el fondo, la política macroeconómica sigue siendo la fuerza decisiva.
Según las estimaciones de JPMorgan y Mizuho Securities, el objetivo del dólar frente al yen para finales de diciembre de 2025 es de 156. Esta predicción considera tanto la posibilidad de intervención política como la evaluación del equilibrio a largo plazo del tipo de cambio.
En otras palabras, la depreciación del yen no continuará indefinidamente, pero la oportunidad y la intensidad de la intervención política aún son variables. Los inversores deben seguir de cerca los datos económicos de EE. UU. y Japón, así como las tendencias políticas, para captar el ritmo de la volatilidad del tipo de cambio.