La interoperabilidad entre cadenas ha sido el santo grial de las criptomonedas desde el primer día, sin embargo, la brecha entre la promesa y la realidad sigue siendo grande. Los puentes resolvieron el problema de la velocidad, claro, pero ¿a qué costo? Trajeron nuevas suposiciones de confianza y ampliaron la superficie de ataque de formas que muchos no llegaron a comprender completamente. Es un compromiso que ha perseguido al espacio. Ahora surge un enfoque diferente: liquidar las transacciones entre cadenas de forma nativa, evitando completamente la dependencia de los puentes. Sin capa intermedia, sin requisitos de confianza adicionales, solo liquidación directa entre cadenas. Ese es el tipo de replanteamiento que necesita el ecosistema.