¿Qué hace que las criptomonedas sean fundamentalmente diferentes? Se trata de la propiedad real—el control auténtico sobre lo que te pertenece.

Puedes poseer dinero, activos físicos, tokens, derechos de voto, propiedad digital. Todo permanece bajo tu control una vez que lo tienes en la blockchain. Ningún intermediario puede congelarlo. Ninguna corporación puede restringir el acceso. Incluso los desarrolladores del proyecto no pueden reclamárselo si el sistema está diseñado correctamente.

Esa es la verdadera diferencia. En las finanzas tradicionales, el banco tiene tu dinero. El corredor tiene tus acciones. La plataforma decide qué puedes hacer. Pero en las criptomonedas? Tú lo posees. Tú lo controlas. La participación en la red significa propiedad real—y una vez que es tuyo, nadie puede tomar esa decisión por ti.