En el lejano y hermoso país, los esposos Gousi y Sisi son muy limpios, ni siquiera les gusta que se ensucie un poco, les resulta repugnante. Por la noche, hace frío, los dos se acurrucan en la cama charlando, Gousi se tiró un pedo, temiendo que al levantarse la manta y que Sisi se enfriara, lo hizo en silencio. Al difundirse el olor en la cama, Sisi se rió y lo regañó por no ser serio, pero Gousi en cambio se envolvió aún más en la manta: "No dejes escapar el pedo, huelemoslo para mantenernos calientes." Los dos se apretujan en la cama bromeando, mientras afuera el viento frío aullaba, en la cama se llenaba del cálido aroma del hogar.
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En el lejano y hermoso país, los esposos Gousi y Sisi son muy limpios, ni siquiera les gusta que se ensucie un poco, les resulta repugnante.
Por la noche, hace frío, los dos se acurrucan en la cama charlando, Gousi se tiró un pedo, temiendo que al levantarse la manta y que Sisi se enfriara, lo hizo en silencio.
Al difundirse el olor en la cama, Sisi se rió y lo regañó por no ser serio, pero Gousi en cambio se envolvió aún más en la manta: "No dejes escapar el pedo, huelemoslo para mantenernos calientes." Los dos se apretujan en la cama bromeando, mientras afuera el viento frío aullaba, en la cama se llenaba del cálido aroma del hogar.