Estos días el mercado ha sido realmente feroz, muchos me preguntan: ¿cómo operar con tres mil euros en mano? Mi respuesta siempre ha sido muy sencilla: no te apresures.
Mira a los que tienen prisa, la mayoría ya han sido cosechados por el mercado. Con esta lógica, he ido de tres mil poco a poco hasta alcanzar el nivel de un millón, el año pasado fue así y este año lo he comprobado en vivo. El ritmo es más lento, la probabilidad de errores menor y se vive más tiempo.
**Primero: aprende a vivir, luego a ganar dinero**
Nunca hago apuestas a lo loco. Con tres mil euros, los divido en partes, invierto solo una pequeña porción y el resto es para emergencias. Cuando es el momento, sigo el mercado; cuando no, corto pérdidas de inmediato. No intento adivinar los máximos o mínimos, ni pelearme con el mercado. El mercado siempre es el dueño, yo solo sigo su ritmo.
**Segundo: convierte la volatilidad en una herramienta para ganar**
El estado más cómodo es este: no mirar el mercado, la cuenta sigue en marcha. Cuando cae, construyo posiciones automáticamente; cuando sube, reduzco automáticamente. No apuesto a la dirección, me concentro en aprovechar las oscilaciones intermedias. Cuanto más tiempo dure el mercado, mejor duermo. Solo hay una condición: elegir criptomonedas principales con buena liquidez y alto consenso.
En este mercado, vivir a largo plazo vale mucho más que buscar ganancias rápidas.
**Tercero: los detalles esconden la mayor diferencia**
El dinero sobrante es un desperdicio. Poco a poco, acumulando ganancias, el poder del interés compuesto te sorprenderá. Cuando una tendencia llega a su pico, hay que asegurar las ganancias. Tengo reglas estrictas: tras una buena racha, aseguro una parte de las ganancias; nunca pongo todo en riesgo.
Cuanto más loco esté el mercado, más tranquilo me mantengo. En días de auge de Bitcoin, ¿esas altcoins? Prefiero no tocarlas. Este año, añadí dos reglas inflexibles: no abrir posiciones sin un stop-loss, no entrar sin un take-profit.
Muchos no carecen de oportunidades, ¿el problema dónde está? En apostar en exceso, en arriesgar demasiado y en dejarse llevar por las emociones. Yo solo hago una cosa: apagar la emoción y dejar que las reglas trabajen por mí.
Pasar de tres mil a un millón nunca ha sido un milagro o un talento especial, en realidad, solo depende de si estás dispuesto a tomártelo con calma, a soportar la impaciencia del mercado y esperar a que la mayoría se canse. Este camino lo he recorrido, y quizás lo que te falta es una mentalidad que te acompañe con firmeza en el largo plazo.
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GateUser-4745f9ce
· 12-17 22:50
Tres mil se convierten en un millón suena genial, pero me gustaría saber cómo están las personas que fueron perjudicadas.
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OptionWhisperer
· 12-17 22:33
¡De verdad! Me maté con la palabra "apuro" y simplemente me retiré del juego de golpe.
Es muy doloroso decirlo, las reglas son fáciles de decir pero peligrosas de cumplir.
Esta lógica realmente es la mejor, ahora también estoy probando la estrategia de construcción automática de posiciones, aunque es un poco difícil mentalmente.
Las palabras "detener pérdidas" ahora las escucho más fácilmente que cualquier otra cosa, antes ni siquiera quería escucharlas.
Vivir se trata de ganar dinero, esa frase debe estar grabada en mi cabeza, de verdad.
Estos días el mercado ha sido realmente feroz, muchos me preguntan: ¿cómo operar con tres mil euros en mano? Mi respuesta siempre ha sido muy sencilla: no te apresures.
Mira a los que tienen prisa, la mayoría ya han sido cosechados por el mercado. Con esta lógica, he ido de tres mil poco a poco hasta alcanzar el nivel de un millón, el año pasado fue así y este año lo he comprobado en vivo. El ritmo es más lento, la probabilidad de errores menor y se vive más tiempo.
**Primero: aprende a vivir, luego a ganar dinero**
Nunca hago apuestas a lo loco. Con tres mil euros, los divido en partes, invierto solo una pequeña porción y el resto es para emergencias. Cuando es el momento, sigo el mercado; cuando no, corto pérdidas de inmediato. No intento adivinar los máximos o mínimos, ni pelearme con el mercado. El mercado siempre es el dueño, yo solo sigo su ritmo.
**Segundo: convierte la volatilidad en una herramienta para ganar**
El estado más cómodo es este: no mirar el mercado, la cuenta sigue en marcha. Cuando cae, construyo posiciones automáticamente; cuando sube, reduzco automáticamente. No apuesto a la dirección, me concentro en aprovechar las oscilaciones intermedias. Cuanto más tiempo dure el mercado, mejor duermo. Solo hay una condición: elegir criptomonedas principales con buena liquidez y alto consenso.
En este mercado, vivir a largo plazo vale mucho más que buscar ganancias rápidas.
**Tercero: los detalles esconden la mayor diferencia**
El dinero sobrante es un desperdicio. Poco a poco, acumulando ganancias, el poder del interés compuesto te sorprenderá. Cuando una tendencia llega a su pico, hay que asegurar las ganancias. Tengo reglas estrictas: tras una buena racha, aseguro una parte de las ganancias; nunca pongo todo en riesgo.
Cuanto más loco esté el mercado, más tranquilo me mantengo. En días de auge de Bitcoin, ¿esas altcoins? Prefiero no tocarlas. Este año, añadí dos reglas inflexibles: no abrir posiciones sin un stop-loss, no entrar sin un take-profit.
Muchos no carecen de oportunidades, ¿el problema dónde está? En apostar en exceso, en arriesgar demasiado y en dejarse llevar por las emociones. Yo solo hago una cosa: apagar la emoción y dejar que las reglas trabajen por mí.
Pasar de tres mil a un millón nunca ha sido un milagro o un talento especial, en realidad, solo depende de si estás dispuesto a tomártelo con calma, a soportar la impaciencia del mercado y esperar a que la mayoría se canse. Este camino lo he recorrido, y quizás lo que te falta es una mentalidad que te acompañe con firmeza en el largo plazo.