La Red es la Innovación

Fuente: Blockworks Título original: La red es la innovación Enlace original: https://blockworks.co/news/the-network-is-the-innovation

La innovación detrás de la innovación

“No hubo un momento de bombilla en la historia de la bombilla.”
— Steven Johnson, How We Got to Now

La bombilla suele asociarse con destellos de inspiración fortuitos — el momento en que una idea completamente formada aparece en la cabeza de un inventor. Sin embargo, así no fue como se inventó la propia bombilla.

Popularmente atribuida a Thomas Edison, la bombilla fue en realidad el producto de un siglo de prueba y error por parte de docenas de inventores en todo el mundo:

• La luz eléctrica fue demostrada por primera vez por Humphry Davy en 1802
• El mecanismo de la bombilla cerrada fue desarrollado por Warren de la Rue en 1840
• Thomas Edison nació en 1847

El historiador Arthur Bright menciona a unas dos docenas de personas como co-inventores, siendo el trabajo de Edison su culminación, no su origen. La principal contribución de Edison fue la invención, a finales de 1870, del filamento de bambú carbonizado que hizo que las bombillas duraran más, fueran seguras para uso en interiores y comercialmente viables.

Incluso entonces, Edison compartió el crédito con Sir Joseph Swan, cuya bombilla fue la primera en iluminar tanto una vivienda privada como un edificio público. El resultado fue la “lámpara incandescente Ediswan” ofrecida desde aproximadamente 1880.

La verdadera innovación: sistemas para la innovación

Edison hizo algo más grande que llevar la iluminación artificial a las masas — industrializó el acto de inventar en sí mismo. Inventó un sistema completo para inventar: equipos de especialistas diversos que colaboran en problemas, comparten beneficios económicos, absorben ideas externas y construyen libremente sobre el trabajo de otros. Esta “innovación en red” resultó ser infinitamente más poderosa que la imagen popular del inventor genio solitario.

La verdadera lección de la historia de la bombilla es esta: si la innovación proviene de redes colaborativas en lugar de genios solitarios, debemos apoyar diferentes políticas y formas organizativas — leyes de patentes menos rígidas, estándares abiertos, participación de empleados en planes de acciones y conexiones interdisciplinarias.

Cripto y redes abiertas

La cripto es, ante todo, una forma de incentivar la innovación abierta y componible que construye redes poderosas.

Edison demostró que la colaboración supera al aislamiento, pero su modelo corporativo todavía dependía de patentes para mantener el control propietario. En cambio, las redes más transformadoras de la historia — carreteras romanas, contenedores de envío estandarizados, internet, GPS — funcionaron de manera diferente. Eran infraestructuras abiertas y sin permisos que cualquiera podía construir sobre ellas.

Como señala Christian Catalini, “El dinero es la última red cerrada,” y la cripto es la forma de abrirla. “La innovación sin permisos siempre creará exponencialmente más valor que un sistema cerrado.”

La red para la economía digital

No hubo un momento de bombilla en la historia de la bombilla — y quizás no haya un momento único en que la cripto “llegue” tampoco. Ambos son productos de innovación en red que solo alcanzan su máximo potencial cuando se convierten en redes por sí mismas. La bombilla era simplemente un adorno de vidrio hasta que se conectó a una red eléctrica.

La cripto está construyendo esa red para la economía digital — infraestructura abierta y sin permisos que espera la próxima gran idea para conectarse y iluminarse.