Esperamos que 2026 acelere los cambios estructurales en la inversión en activos digitales, que han estado respaldados por dos temas principales: la demanda macro por alternativas de reserva de valor y una mayor claridad regulatoria. Juntos, estos tendencias deberían atraer nuevo capital, ampliar la adopción (especialmente entre inversores asesorados y institucionales), y conectar las cadenas de bloques públicas de manera más completa con la infraestructura financiera convencional.
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Esperamos que 2026 acelere los cambios estructurales en la inversión en activos digitales, que han estado respaldados por dos temas principales: la demanda macro por alternativas de reserva de valor y una mayor claridad regulatoria. Juntos, estos tendencias deberían atraer nuevo capital, ampliar la adopción (especialmente entre inversores asesorados y institucionales), y conectar las cadenas de bloques públicas de manera más completa con la infraestructura financiera convencional.