La política monetaria global está experimentando una divergencia sin precedentes. Mientras la Reserva Federal de EE. UU. lanza señales de recorte de tipos de interés, el Banco de Japón ha iniciado un ciclo de subidas, y esta divergencia de políticas está remodelando la lógica subyacente de los flujos internacionales de capital.

Veamos primero el caso de Estados Unidos. Si se materializan las expectativas de bajadas de tipos, los costes de financiación disminuirán y el entorno de financiación para las empresas mejorará. En un reciente informe, Morgan Stanley definió directamente este giro de política como el “encendido del motor alcista”: los sectores de consumo discrecional y las small caps serían los primeros beneficiados, y en Wall Street se considera que esta ventana de oportunidades podría durar al menos hasta 2026.

Los cambios en Japón son aún más dramáticos. Tras dejar atrás años de tipos negativos, el yen se ha fortalecido de inmediato. El problema es el siguiente: durante más de una década, el núcleo del arbitraje global consistía en pedir prestado yenes a bajo interés para invertir en activos de mayor rentabilidad. Ahora que Japón sube tipos, los cimientos de ese modelo empiezan a tambalearse, y gran parte del capital internacional se ve obligado a regresar a Japón. Esto podría provocar reacciones en cadena en los mercados asiáticos, los bonos en dólares e incluso el mercado de criptomonedas.

Lo más interesante es la reacción del mercado cripto. Con un dólar más laxo y un yen más restrictivo, bitcoin se ha convertido en una variable clave en esta batalla de políticas. Tras una corrección el pasado fin de semana, las compras entraron rápidamente, y muchos analistas creen que podría estar gestándose una nueva tendencia alcista.

Otro punto a destacar es que la cadena de Ethereum, liderada por Vitalik, ha completado recientemente una actualización importante. Nuevos proyectos basados en el ecosistema Ethereum, como PUPPIES, también han empezado a captar atención y podrían traer oportunidades de mercado inesperadas.

Por un lado, liquidez; por otro, endurecimiento. Esta descoordinación de políticas complica bastante las opciones para el inversor común: ¿seguir la ola de liquidez de la bolsa estadounidense? ¿Apostar por activos en yenes para cubrir riesgos? ¿O lanzarse directamente al mercado cripto para apostar por la tendencia?

¿Qué opinas de este nuevo reequilibrio global de capitales?