En 2013 hice mis primeras prácticas y fui con el gerente a Ma'anshan Iron & Steel Company para visitar a un cliente, un directivo de base, de más de 50 años, y viejo amigo de nuestro gerente. Almorzamos juntos.

Este directivo dijo que en unos años se jubilaría y ya tenía lista su pensión. Sacó todos sus ahorros y gastó 1,2 millones de yuanes para comprar dos licencias de taxi, 600.000 cada una, con un alquiler mensual de 5.000 yuanes por licencia, es decir, 10.000 yuanes al mes. Junto con la pensión, la vida no estaba nada mal.

Todavía recuerdo cómo decía con seguridad: “Los taxis siempre existirán, y nunca se podrá conducir libremente, siempre hará falta licencia.” En aquel momento, parecía una inversión estable, racional y sostenible, con una rentabilidad anual del 10%.

En 2023 volví a Ma'anshan, pedí un Didi y me acordé de esto. Le pregunté al taxista cuánto cuestan ahora las licencias.

El chico se quedó perplejo: “¿Hace falta pagar por una licencia de taxi?”