Últimamente he visto a mucha gente decir "este sector es todo aire", suena como un insulto, pero en realidad es más bien apatía. Después de tantas veces esperando que la realidad les contradiga y llevándose decepciones, acaban así. Si antes hubieran asumido que "el mercado ya no reparte para todos", tal vez ahora tendrían otra actitud.

¿Dónde está el problema? En resumen, la innovación ya no da la talla. En 2017 fue el boom de los ICO, en 2021 el de la minería DeFi y los NFT de avatares; esas historias ya han aguantado dos ciclos, que es el límite. Lo peor es que después de 2021 los fondos de venture capital crecieron de forma descontrolada en el mercado primario, inflando las valoraciones de los proyectos hasta el cielo — de repente salían proyectos con valoraciones de decenas de miles de millones de dólares, ¿y el resultado? Los minoristas haciendo de compradores finales, con una presión de venta interminable. Ese juego ha destrozado toda la estructura, ¿y aún esperas que suban todas las monedas a la vez? Ni soñarlo.

Más allá de eso: cuanto más maduro es el mercado, más eficiente y más se acentúa la diferenciación. Mira las bolsas estadounidenses, que ya hace décadas empezaron a polarizarse entre unos pocos ganadores y la mayoría rezagada; ahora, tras la entrada de los ETF en el mercado cripto, está sucediendo lo mismo. Aquellas fiestas de "todas las monedas subiendo a la vez" no volverán. Ahora solo despegan focos muy concretos: los proyectos que pasan de decenas de miles a millones, o decenas de millones de dólares, esos son las verdaderas oportunidades.

Pero no todo es malo. El caos actual es precisamente la fase de dolor que atraviesa el sector al pasar de un crecimiento salvaje a una etapa de regulación y cumplimiento. Duele, sí, pero también indica que muchos caminos equivocados están quedando atrás. Visto desde otro ángulo, ya están germinando nuevas oportunidades: por un lado, la tokenización y migración de activos y negocios Web2 a la cadena, haciendo que los tokens dejen de ser meras apuestas y tengan realmente flujos de caja y respaldo de derechos; por otro, en la era de la IA, los agentes inteligentes necesitarán mecanismos completamente nuevos de liquidación y colaboración, y ahí los contratos inteligentes pueden desempeñar un papel clave.

Como dice el nuevo presidente de la SEC, Atkins: los activos están migrando masivamente de fuera a dentro de la cadena, y en el futuro la emisión, custodia y negociación serán redefinidas por contratos inteligentes. Los agentes de IA incluso podrán ejecutar automáticamente operaciones, distribuir beneficios y controlar riesgos en la cadena. Esto no es ciencia ficción, está ocurriendo ya.

La aparición de nuevos DeFi ligados a activos on-chain, la explosión de mercados de derivados, la economía de agentes inteligentes combinando IA y cripto, y las stablecoins convirtiéndose en la capa de liquidación global: todas estas direcciones ya están tomando forma. Por eso, de cara a los próximos años, soy bastante optimista.

En resumen: esto no es el final, solo es un período de transición en el que el viejo relato desaparece y la nueva estructura aún no está del todo asentada. Y la experiencia histórica nos dice que las fases más difíciles suelen ser el punto de partida para el siguiente gran ciclo de explosión.