Las acciones de un importante gigante tecnológico están subiendo tras nuevos informes sobre reducciones de plantilla. El valor repuntó cuando se difundió la noticia de los recortes de empleo previstos, una medida que algunos observadores del mercado consideran necesaria para controlar costes.

La inversora Stephanie Link no se está quedando al margen. De hecho, está aumentando su participación en este momento. ¿Por qué? La lógica es sencilla: las reestructuraciones suelen indicar el compromiso de la dirección con la eficiencia y la mejora de los márgenes. Cuando las empresas recortan gastos de forma agresiva, pueden desbloquear valor para los accionistas a medio plazo.

La apuesta de Link parece basarse en la idea de que unas operaciones más ajustadas impulsarán la rentabilidad, aunque los titulares a corto plazo sean negativos. Para quienes siguen las posiciones en grandes tecnológicas, este tipo de acumulación contraria durante ciclos de noticias negativas puede ser una señal alcista, o una apuesta arriesgada, según la ejecución.

¿La reacción inmediata del mercado? Positiva. Pero la sostenibilidad de este repunte dependerá de si los recortes se traducen en un crecimiento real de los beneficios en los próximos trimestres.