Premio a las conductas confusas de FOMO, claramente no hay dinero, pero se siente que la próxima vela K cambiará la vida.
Una de las frases clásicas del FOMO en el mundo de las criptomonedas es: "¡Si no subes ahora, no habrá más oportunidades!" Pero al abrir tu billetera solo quedan 27.6 USDT, y aún así sigues creyendo que la próxima vela K te ayudará a volver a la cima. El comportamiento FOMO es de un nivel confuso. Cuando otros suben un 3%, tú persigues el precio; cuando otros alcanzan un 10%, tú inviertes todo; cuando otros dicen "aquí es peligroso", tú dices "cuanto mayor es el riesgo, mayor es la oportunidad". Al final, cuando el mercado da la vuelta, tu saldo de cuenta colapsa antes que tus emociones. Lo curioso es que cada vez que termina el FOMO, reflexionamos: "¡la próxima vez nunca perseguiré el precio!". El resultado es que tan pronto como la próxima vela K levanta la cabeza, olvidas todas las lecciones al instante, tan rápido como si estuvieras escrito en un contrato inteligente. Pero esa es la romántica del mundo de las criptomonedas: saber que te vas a lastimar, pero aun así querer ver si puedes apostar a un botón del destino. Después de todo, un mundo de criptomonedas sin FOMO no es un mundo de criptomonedas completo.
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#我的币圈搞笑瞬间
Premio a las conductas confusas de FOMO, claramente no hay dinero, pero se siente que la próxima vela K cambiará la vida.
Una de las frases clásicas del FOMO en el mundo de las criptomonedas es: "¡Si no subes ahora, no habrá más oportunidades!" Pero al abrir tu billetera solo quedan 27.6 USDT, y aún así sigues creyendo que la próxima vela K te ayudará a volver a la cima.
El comportamiento FOMO es de un nivel confuso. Cuando otros suben un 3%, tú persigues el precio; cuando otros alcanzan un 10%, tú inviertes todo; cuando otros dicen "aquí es peligroso", tú dices "cuanto mayor es el riesgo, mayor es la oportunidad". Al final, cuando el mercado da la vuelta, tu saldo de cuenta colapsa antes que tus emociones.
Lo curioso es que cada vez que termina el FOMO, reflexionamos: "¡la próxima vez nunca perseguiré el precio!". El resultado es que tan pronto como la próxima vela K levanta la cabeza, olvidas todas las lecciones al instante, tan rápido como si estuvieras escrito en un contrato inteligente.
Pero esa es la romántica del mundo de las criptomonedas: saber que te vas a lastimar, pero aun así querer ver si puedes apostar a un botón del destino. Después de todo, un mundo de criptomonedas sin FOMO no es un mundo de criptomonedas completo.