Noviembre golpeó duramente al sector manufacturero de EE. UU. La actividad fabril se contrajo a su ritmo más rápido en cuatro meses, arrastrada por el debilitamiento de las órdenes. Los fabricantes parecen atrapados en una recesión prolongada sin una salida clara a la vista. Esta caída podría afectar a los activos de riesgo, incluyendo el mercado de criptomonedas, ya que la incertidumbre económica normalmente alimenta un comportamiento cauteloso por parte de los inversores. Los datos pintan un panorama sombrío: producción estancada, demanda desvaneciéndose, y la recuperación se siente como una esperanza lejana.