Meta acaba de esquivar una bala. Un juez federal dictaminó que la empresa no es un monopolio ilegal, acabando con el plan de la FTC de obligarla a vender Instagram y WhatsApp. La agencia argumentó que Meta compró estas plataformas para aplastar la competencia, pero el juez Boasberg no lo aceptó—señaló que Meta enfrenta una intensa presión de TikTok, YouTube y alternativas impulsadas por IA. Es bastante sorprendente considerando que la relevancia real de Facebook está en caída, a pesar de que las aplicaciones de Meta alcanzan 3.3B de usuarios diarios combinados. El propio Zuckerberg testificó sobre la competencia feroz. Mientras tanto, el juez señaló que la participación de mercado de Meta en redes sociales es "modesta" y está disminuyendo. TikTok, que apareció hace solo 7 años, es ahora el mayor dolor de cabeza de Meta. Esto ocurre mientras Big Tech enfrenta presión en todos lados: Google recibió dos fallos de monopolio, Apple y Amazon aún están en batallas judiciales. Para Meta, sin embargo, esto fue masivo—perder los ingresos por publicidad de Instagram o el alcance global de WhatsApp habría sido catastrófico. Las acciones bajaron un 1.73% con la noticia de todos modos.