Cuatro años después de la prohibición total de 2021. Los mineros chinos no han desaparecido, sino que han regresado con una nueva apariencia.
La infraestructura de minería subacuática está resurgiendo
Las estadísticas oficiales indican que la capacidad de minería de China, que supuestamente había desaparecido, ha regresado a los tres primeros lugares de la tasa de hash global hasta el tercer trimestre de este año. Aunque oficialmente se presenta como “centros de computación en la nube” o “instalaciones de recuperación de calor residual”, la realidad es diferente.
En una pequeña central hidroeléctrica en Sichuan, cientos de miles de equipos de minería están en funcionamiento. La zona industrial de Xibei se presenta con el lema de “utilización de energía verde”, pero en realidad se ha transformado en un importante centro de minería. En un ejemplo extremo, incluso han aparecido tutoriales en las redes sociales sobre cómo ocultar equipos de minería en estantes de ropa.
La motivación económica: La disparidad en los costos de energía lo es todo
¿Por qué arriesgarse a la regulación? La respuesta está en un simple número:
Mongolia Interior: 0.3 yuan/kWh
Texas, EE. UU.: 0.9 yuan/kWh
El riesgo de auditoría (pérdidas de aproximadamente 200,000 yuanes por confiscación de equipos) es un nivel de rentabilidad que se puede recuperar en solo 3 meses. Ante este margen de beneficio, la regulación se desvanecerá.
Amenazas a la seguridad global
Pero el problema es más grave. La seguridad de Bitcoin radica en la distribución de la potencia de cálculo. Si la capacidad de minería de China se concentra nuevamente, durante un cambio de política, existe la posibilidad de que toda la red global sufra un impacto.
No se trata de un juego del gato y el ratón entre los mineros y las autoridades de supervisión, sino que está surgiendo un problema fundamental relacionado con la descentralización y la seguridad en sí.
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La nueva era de la batalla por la minería de Bitcoin comienza: la razón por la que China ha "regresado" silenciosamente.
Cuatro años después de la prohibición total de 2021. Los mineros chinos no han desaparecido, sino que han regresado con una nueva apariencia.
La infraestructura de minería subacuática está resurgiendo
Las estadísticas oficiales indican que la capacidad de minería de China, que supuestamente había desaparecido, ha regresado a los tres primeros lugares de la tasa de hash global hasta el tercer trimestre de este año. Aunque oficialmente se presenta como “centros de computación en la nube” o “instalaciones de recuperación de calor residual”, la realidad es diferente.
En una pequeña central hidroeléctrica en Sichuan, cientos de miles de equipos de minería están en funcionamiento. La zona industrial de Xibei se presenta con el lema de “utilización de energía verde”, pero en realidad se ha transformado en un importante centro de minería. En un ejemplo extremo, incluso han aparecido tutoriales en las redes sociales sobre cómo ocultar equipos de minería en estantes de ropa.
La motivación económica: La disparidad en los costos de energía lo es todo
¿Por qué arriesgarse a la regulación? La respuesta está en un simple número:
El riesgo de auditoría (pérdidas de aproximadamente 200,000 yuanes por confiscación de equipos) es un nivel de rentabilidad que se puede recuperar en solo 3 meses. Ante este margen de beneficio, la regulación se desvanecerá.
Amenazas a la seguridad global
Pero el problema es más grave. La seguridad de Bitcoin radica en la distribución de la potencia de cálculo. Si la capacidad de minería de China se concentra nuevamente, durante un cambio de política, existe la posibilidad de que toda la red global sufra un impacto.
No se trata de un juego del gato y el ratón entre los mineros y las autoridades de supervisión, sino que está surgiendo un problema fundamental relacionado con la descentralización y la seguridad en sí.