Algo está cambiando en el juego global del dinero.

Mira lo que están haciendo los bancos centrales: más del 90% de ellos, desde naciones ricas hasta mercados emergentes, han recortado las tasas de interés o las han mantenido congeladas en los últimos seis meses. No hemos visto una coordinación así desde el caos pandémico de 2020.

Dale la vuelta a esa estadística y se vuelve aún más sorprendente: menos del 10% de los bancos centrales del mundo todavía están subiendo las tasas en este momento. Esa es una pequeña minoría nadando contra una gran corriente.

¿Qué significa esto? La era del endurecimiento agresivo claramente ha terminado. Estamos entrando en una nueva fase donde el dinero barato podría empezar a fluir nuevamente. Para los activos de riesgo—incluida la cripto—este tipo de contexto macroeconómico típicamente abre puertas. Cuando los bancos centrales aflojan, la liquidez encuentra su camino hacia los mercados alternativos.

El cambio de política es real y es global. Vale la pena observar cómo se desarrolla esto en los próximos trimestres.