Para ser sincero, este período ha renovado mi comprensión sobre la protección de la privacidad.

Antes siempre pensé que para manejar dispositivos de criptomonedas se necesitaba entender un poco de tecnología, al menos tener algo de habilidad. Recientemente, me topé con una billetera de hardware y me di cuenta de que la barrera de entrada es sorprendentemente baja: se puede empezar simplemente emparejando por Bluetooth, lo cual es tan fácil como conectar unos auriculares inalámbricos.

Lo que realmente me impacta es: la seguridad de los activos se puede mantener sin sacrificar la conveniencia. En la era de Web3, este tipo de "tecnología descentralizada" es, de hecho, el avance más práctico. Los usuarios comunes no necesitan herramientas complicadas, sino soluciones de protección que realmente puedan utilizar.