El gran incendio de cinco alarmas en el complejo Hongfu en Tai Po, Hong Kong, las llamas se escalaron por el andamiaje de la pared exterior, y cosas inflamables como plásticos y espuma no pudieron detenerlo en absoluto. El 26 de noviembre comenzó el fuego, y para la hora de la estadística por la tarde ya había 55 vidas perdidas.

En el momento más crítico del rescate, HashKey Group tomó la decisión directa: 10 millones de dólares de Hong Kong llegaron de inmediato, destinados a la reubicación de los vecinos afectados y para la ayuda en la línea del frente. La policía investigó posteriormente y descubrió que las redes de protección exterior y los materiales de construcción temporal no habían pasado las pruebas de resistencia al fuego, lo que permitió que el fuego se descontrolara.

Este dinero llega en el momento justo. La reconstrucción después del desastre y el tratamiento de los heridos, cada centavo debe gastarse sabiamente.