Rayls Labs acaba de lanzar una cifra impresionante: más de 130,000 verificaciones de identidad humanas completadas.

Este hito se siente diferente. Estamos hablando de pruebas reales de que la verificación de identidad que preserva la privacidad y es resistente a Sybil puede escalar en el mundo real. No es una fantasía de libro blanco, sino tecnología funcional que maneja usuarios reales.

¿El momento? No podría ser mejor. Las instituciones tradicionales están rodeando la infraestructura Web3 como tiburones que huelen sangre. Necesitan capas de identidad confiables que no comprometan la privacidad del usuario ni sean manipuladas por ejércitos de bots.

Lo que hace que esto cuente: el sistema de verificación mantiene el anonimato mientras filtra las cuentas falsas. Esa es la combinación del santo grial: lo suficientemente escalable para la adopción masiva, lo suficientemente seguro para mantener a los actores malintencionados fuera.

Las soluciones de identidad descentralizada están pasando de ser un "experimento interesante" a un estatus de "infraestructura crítica". Cuando comienzan a llegar números de verificación de seis cifras, las guerras de infraestructura se están intensificando.