El reciente despliegue del presupuesto del Reino Unido ha generado serias preocupaciones entre los observadores del mercado. Lo que parecía ser un anuncio fiscal rutinario se convirtió en un lío político, y los traders ahora están pendientes de las repercusiones como la principal amenaza a la estabilidad del mercado.

La incertidumbre política tiende a asustar a los inversores más rápido que casi cualquier otra cosa. Cuando los gobiernos fallan en su comunicación económica, los flujos de capital se vuelven nerviosos. Hemos visto patrones similares antes: los planes fiscales mal ejecutados pueden sacudir la confianza en los activos soberanos y tener un efecto en cadena en los mercados globales.

Para cualquiera que tenga posiciones vinculadas a la exposición del Reino Unido o activos sensibles al macroeconómico, las próximas semanas podrían ser turbulentas. Los riesgos políticos no siempre aparecen en los gráficos hasta que es demasiado tarde. Mantenga un ojo en los indicadores de volatilidad y los titulares de políticas; este no es el momento de ignorar el ruido.