El informe presupuestario de octubre publicado recientemente por el Departamento del Tesoro de EE. UU. tiene cifras bastante sorprendentes.

Primero veamos el lado de los ingresos: el gobierno federal ingresó 404 mil millones de dólares en octubre, un aumento del 23.7% en comparación con el año anterior, de los cuales 31 mil millones provienen de aranceles. A simple vista, la tasa de crecimiento parece buena, pero los números del lado del gasto son aún más impresionantes: se gastaron 688.7 mil millones de dólares en el mes, lo que equivale a más de 22 mil millones de dólares al día, un aumento interanual del 17.9%.

Con esto, el déficit mensual se disparó a 284,400 millones, superando incluso el pico de la pandemia en 2020, estableciendo un récord histórico para el peor inicio de año fiscal.

Hablando de lo del departamento de eficiencia del gobierno de Musk (DOGE). Antes, muchas personas en el mercado apostaban a que este plan de eficiencia podría contener el ritmo descontrolado de las finanzas de EE. UU., pero ahora parece que en el Congreso no tienen intención de cooperar en absoluto. El dinero que hay que gastar no ha disminuido ni un centavo, y aunque los ingresos aumenten rápido, no llenarán el agujero.

Desde los datos, el llamado "reducir costos y aumentar la eficiencia" básicamente no ha tenido efecto. Las finanzas de EE. UU. siguen alejándose cada vez más del camino antiguo. Esta operación puede considerarse un jarro de agua fría para aquellos que esperaban un cambio en las políticas.