Esta situación realmente ha afectado gravemente. Mirando los números en la cuenta, mi estado mental está a punto de colapsar. Al principio pensé que con la caída del mercado, podría aprovechar y comprar en la parte baja, pero no imaginé que cada vez me hundiría más. Las monedas en mis manos ahora están casi a cero, abrir la billetera cada día es un sufrimiento.

Ahora mismo, con la tendencia del mercado, realmente no sé si debería seguir comprando o simplemente quedarme tranquilo. A veces lo pienso y puede que sea porque el momento de entrar no fue el correcto, volviendo a caer en el viejo hábito de comprar alto y vender bajo. Este mercado bajista ha sido mucho más cruel de lo que imaginaba, y esos analistas que antes estaban tan seguros ahora también han guardado silencio.

Solo se puede decir que un día en el mundo de las monedas es un año en la vida. Sin una cierta capacidad de resistencia psicológica, realmente no se puede soportar este tipo de montaña rusa en el mercado.