Última revelación de la Casa Blanca: el próximo presidente de la Reserva Federal (FED), Hassett, está en la carrera por el puesto número uno, lo que confirma una vez más la filosofía de Trump de "contratar a los amigos".

Originalmente, Waller era la opción más profesional: economista de formación, con buena reputación tanto en el ámbito académico como en la Reserva Federal. Pero el problema es que Waller es demasiado "autoconsciente" y no lo suficientemente obediente. Trump no quiere volver a vivir el drama de Powell: al principio, Powell dijo "soy un firme defensor de las rebajas de tasas", pero durante su mandato su ritmo fue lento y no coordinó completamente con el ritmo del presidente.

Así que en esta nominación, lo que más le preocupa a Trump no es la profesionalidad, sino la "lealtad". Confidente > Experto, esa es la lógica de Trump.

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