Había una niña muy pequeña que era la hija de nuestro vecino.
Mientras mi padre lo amaba, yo lo miraba con celos como un niño. Porque ni siquiera me mostró la mitad de ese interés. Pensé en esto cada minuto y me enojé cada minuto.
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Había una niña muy pequeña que era la hija de nuestro vecino.
Mientras mi padre lo amaba, yo lo miraba con celos como un niño.
Porque ni siquiera me mostró la mitad de ese interés.
Pensé en esto cada minuto y me enojé cada minuto.