Los últimos datos de ventas minoristas son interesantes: en septiembre, las ventas minoristas en EE. UU. solo subieron un 0.2%, mientras que el mercado había apostado por un 0.4%. Lo más crítico es que el indicador de "ventas minoristas básicas", que está más ligado al gasto en consumo del PIB, cayó directamente un 0.1%.
A simple vista parece solo una fluctuación de números, pero la historia detrás es más compleja. Los números de ventas de los últimos meses en realidad fueron impulsados por la ola de compras de vehículos eléctricos, ya que muchas personas hicieron sus pedidos antes de que expiraran los incentivos fiscales. Ahora que el entusiasmo ha pasado, la verdadera capacidad de consumo se ha hecho evidente.
La palabra que los economistas mencionan con más frecuencia ahora es "economía en forma de K". ¿Qué significa eso? Los ricos siguen gastando, e incluso gastan más; las familias comunes están cada vez más apretadas, los precios elevados por los aranceles de importación les están ahogando. La tasa de desempleo ha alcanzado el 4.4%, el nivel más alto en cuatro años, y el mercado laboral claramente está en declive.
Lo que es más complicado es que las acciones estadounidenses han caído drásticamente recientemente. Si aquellos grupos de altos ingresos que solían sostener el consumo ven que sus cuentas se reducen y comienzan a apretar los cinturones, el crecimiento económico podría realmente detenerse. La Reserva Federal había pronosticado previamente que el PIB del tercer trimestre podría alcanzar un crecimiento anualizado del 4.2%, pero ahora parece que esta estimación optimista podría tener que ajustarse.
El crecimiento del 3.8% en el segundo trimestre se debe en gran medida a la reducción del déficit comercial, ¿cuánto tiempo podrá sostenerse este apoyo estructural? La respuesta completa para el tercer trimestre tendrá que esperar a los datos oficiales de fin de mes, pero a juzgar por las señales que emite el sector minorista, es posible que el mercado necesite reducir sus expectativas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Los últimos datos de ventas minoristas son interesantes: en septiembre, las ventas minoristas en EE. UU. solo subieron un 0.2%, mientras que el mercado había apostado por un 0.4%. Lo más crítico es que el indicador de "ventas minoristas básicas", que está más ligado al gasto en consumo del PIB, cayó directamente un 0.1%.
A simple vista parece solo una fluctuación de números, pero la historia detrás es más compleja. Los números de ventas de los últimos meses en realidad fueron impulsados por la ola de compras de vehículos eléctricos, ya que muchas personas hicieron sus pedidos antes de que expiraran los incentivos fiscales. Ahora que el entusiasmo ha pasado, la verdadera capacidad de consumo se ha hecho evidente.
La palabra que los economistas mencionan con más frecuencia ahora es "economía en forma de K". ¿Qué significa eso? Los ricos siguen gastando, e incluso gastan más; las familias comunes están cada vez más apretadas, los precios elevados por los aranceles de importación les están ahogando. La tasa de desempleo ha alcanzado el 4.4%, el nivel más alto en cuatro años, y el mercado laboral claramente está en declive.
Lo que es más complicado es que las acciones estadounidenses han caído drásticamente recientemente. Si aquellos grupos de altos ingresos que solían sostener el consumo ven que sus cuentas se reducen y comienzan a apretar los cinturones, el crecimiento económico podría realmente detenerse. La Reserva Federal había pronosticado previamente que el PIB del tercer trimestre podría alcanzar un crecimiento anualizado del 4.2%, pero ahora parece que esta estimación optimista podría tener que ajustarse.
El crecimiento del 3.8% en el segundo trimestre se debe en gran medida a la reducción del déficit comercial, ¿cuánto tiempo podrá sostenerse este apoyo estructural? La respuesta completa para el tercer trimestre tendrá que esperar a los datos oficiales de fin de mes, pero a juzgar por las señales que emite el sector minorista, es posible que el mercado necesite reducir sus expectativas.