Wall Street es olvidadizo, las instituciones son olvidadizas, los inversores minoristas también son olvidadizos.

La narrativa que ha circulado durante casi un año en el mercado sobre la IA que podría desbancar a Google Search, se ha desvanecido después de que las acciones de Google subieran un 10% en dos días.

La narrativa alternativa es el ecosistema completo de Google AI.

Fabricar sus propios chips, desarrollar modelos base por sí mismo, vender servicios en la nube por su cuenta, y además, potenciar su negocio principal con IA, lo que ha permitido acelerar aún más los ingresos/beneficios en el contexto de una gran escala y una base amplia.

Recientemente, Google ha aprovechado el impulso del lanzamiento de Gemini 3 para comercializar TPU a gigantes tecnológicos como Meta, y el objetivo detrás de esto parece ser el de socavar la participación de NVIDIA en la cadena de ecosistemas de IA.

La gran reversión de Google en el cuarto trimestre llegó realmente demasiado rápido, al principio pensé que Google solo quería demostrar que no estaba al final de la carrera en el sector de la IA, que no se había quedado atrás, pero no esperaba que quisiera apoderarse de más de la mitad de la cadena de suministro de IA.

Google debería considerarse como la empresa con la mayor presencia a nivel mundial en el ámbito de la tecnología de vanguardia, con chips de IA, grandes modelos de IA, servicios en la nube, conducción autónoma, computación cuántica y pagos en criptomonedas, prácticamente todo es de producción y venta propia.

De esta inversión de Google, creo que se puede resumir un punto: la integración vertical de la empresa en la cadena de suministro de la industria significa un gran potencial de crecimiento, y probablemente traerá retornos que superen las expectativas.