Recientemente, mucha gente me envía mensajes privados preguntando: "¿Por qué los altcoins son tan difíciles de manejar ahora?" Dicen que antes, solo con cerrar los ojos y arriesgarlo todo podían ganar algo de dinero extra, pero ahora, después de un mes de observar los Datos de mercado, sigue todo verde. Como un tonto que el año pasado tropezó tres veces con los altcoins y casi pierde todo el bono anual, solo puedo decir: no es que el mercado no tenga dinero, es que el dinero se ha vuelto más inteligente.

Mis amigos, que solían jugar con altcoins, ahora ya han cambiado sus posiciones a la minería de liquidez de activos digitales mainstream y de las principales cadenas de bloques. ¿Un 8% anual suena poco atractivo? Pero al menos, ver que la cuenta aumenta cada día es mejor que estar mirando esos tontos y tener un ataque al corazón. De vez en cuando, si quiero arriesgarme, ¿cuál es la primera cosa que hago? Mirar los datos de mercado. Al ver que el equipo del proyecto acaba de desbloquear los tokens, ¡salgo corriendo más rápido que nadie! ¿Quién quiere ser el último tonto?

El mes pasado volví a caer. Un cierto proyecto se presentaba bajo el lema "Web3+AI revolucionando el comercio electrónico", y en la comunidad había todo tipo de exageraciones que sonaban verdaderas. Al final, fui a una plataforma de datos en la cadena y revisé un poco, y aparte del robot de cruce de cadenas de la oficina que hacía transferencias de manera auto-satisfecha, las transacciones de usuarios reales eran miserables—en pocas palabras, es un truco para recaudar dinero con un cambio de cara, ni siquiera se puede considerar un reempaquetado de un viejo proyecto, lo máximo que se puede decir es "sobras con un poco de cilantro servidas de nuevo".

Lo más mortal es que la burbuja de valoración ya ha estallado. En 2021, un montón de instituciones de capital riesgo calcularon todo el dinero que los proyectos podrían ganar en los próximos diez años y lo incluyeron en el precio actual, y los tontos que compraron estaban en la cima de la montaña. Tomemos la caída de octubre como ejemplo; un token que afirmaba "revolucionar los pagos transfronterizos" se redujo a la mitad en tres días, un 88%, mientras que otro pequeño proyecto que hacía notas en la cadena y recompraba con dinero real solo cayó un 8%—la diferencia es evidente.