Recientemente, la Reserva Federal ha lanzado una señal de gran importancia: a partir del 1 de diciembre dejará de reducir su balance y se prepara para reactivar la flexibilización cuantitativa (QE). Tras esta noticia, el sector cripto se ha revolucionado.
Powell cambia de tono, el mercado huele la oportunidad
El presidente de la Fed, Jerome Powell, declaró hace poco que ya han completado la tarea de endurecimiento cuantitativo (QT) y que, a continuación, ampliarán su balance. Aunque lo describió como un “ajuste técnico”, en la práctica esto supone una relajación financiera encubierta: inyectar nueva liquidez en el mercado.
Este cambio es muy sutil: de centrarse en combatir la inflación, han pasado a priorizar la estabilidad de los mercados financieros. Este giro en las expectativas suele avivar rápidamente el apetito por el riesgo.
Se avecina una marea de liquidez, las criptos serán las primeras afectadas
BTC y ETH, como “barómetros” de la liquidez global, suelen despegar primero en este tipo de entornos. Los datos históricos muestran que cada vez que la Fed inicia un nuevo ciclo de QE, los criptoactivos suelen vivir un buen rally—y esta vez podría no ser la excepción.
Con una infraestructura repleta de liquidez y menores costes de financiación, las altcoins y los MEME coins también serán objeto de especulación. Vuelve el relato conocido: “la impresora de dinero no para, compra cripto para combatir la inflación”—los inversores volverán a ver los criptoactivos como herramientas de cobertura.
Según los análisis, si la Fed realmente retoma el QE a gran escala, esto podría desencadenar el mayor rally a corto plazo desde 2020.
Pero la alarma ya ha sonado
El problema es que el entorno actual no es el de antes.
La bolsa está en máximos históricos, el paro es bajo y la inflación aún no se ha disipado completamente: la economía está sobrecalentada. Inundar de liquidez en este contexto es como echar leña al fuego de una olla hirviendo: el riesgo es extremo.
El gestor de fondos de cobertura Ray Dalio lo ha dicho claramente: “Este QE no se parece a ningún otro de la historia, porque se está haciendo QE en una burbuja, no en una crisis”. Es una diferencia clave.
La cuenta atrás de la bomba de relojería
En cuanto la inflación vuelva a repuntar (algo casi inevitable), la Fed tendrá que volver a subir los tipos. Entonces, la liquidez se secará de golpe, provocando liquidaciones en cascada y ventas de activos.
La euforia del mercado alcista que vemos ahora podría ser solo el último canto del cisne antes del estallido de la burbuja. Acciones, bonos y criptoactivos podrían sufrir fuertes caídas.
Conclusión: a corto plazo, esta oleada de liquidez impulsará los precios de las criptomonedas, pero el riesgo a largo plazo es más que evidente. Súbete al tren si quieres, pero no apuestes todas tus fichas.
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La Reserva Federal adopta una postura más flexible, ¿podrá el mercado cripto absorber esta oleada de liquidez?
Recientemente, la Reserva Federal ha lanzado una señal de gran importancia: a partir del 1 de diciembre dejará de reducir su balance y se prepara para reactivar la flexibilización cuantitativa (QE). Tras esta noticia, el sector cripto se ha revolucionado.
Powell cambia de tono, el mercado huele la oportunidad
El presidente de la Fed, Jerome Powell, declaró hace poco que ya han completado la tarea de endurecimiento cuantitativo (QT) y que, a continuación, ampliarán su balance. Aunque lo describió como un “ajuste técnico”, en la práctica esto supone una relajación financiera encubierta: inyectar nueva liquidez en el mercado.
Este cambio es muy sutil: de centrarse en combatir la inflación, han pasado a priorizar la estabilidad de los mercados financieros. Este giro en las expectativas suele avivar rápidamente el apetito por el riesgo.
Se avecina una marea de liquidez, las criptos serán las primeras afectadas
BTC y ETH, como “barómetros” de la liquidez global, suelen despegar primero en este tipo de entornos. Los datos históricos muestran que cada vez que la Fed inicia un nuevo ciclo de QE, los criptoactivos suelen vivir un buen rally—y esta vez podría no ser la excepción.
Con una infraestructura repleta de liquidez y menores costes de financiación, las altcoins y los MEME coins también serán objeto de especulación. Vuelve el relato conocido: “la impresora de dinero no para, compra cripto para combatir la inflación”—los inversores volverán a ver los criptoactivos como herramientas de cobertura.
Según los análisis, si la Fed realmente retoma el QE a gran escala, esto podría desencadenar el mayor rally a corto plazo desde 2020.
Pero la alarma ya ha sonado
El problema es que el entorno actual no es el de antes.
La bolsa está en máximos históricos, el paro es bajo y la inflación aún no se ha disipado completamente: la economía está sobrecalentada. Inundar de liquidez en este contexto es como echar leña al fuego de una olla hirviendo: el riesgo es extremo.
El gestor de fondos de cobertura Ray Dalio lo ha dicho claramente: “Este QE no se parece a ningún otro de la historia, porque se está haciendo QE en una burbuja, no en una crisis”. Es una diferencia clave.
La cuenta atrás de la bomba de relojería
En cuanto la inflación vuelva a repuntar (algo casi inevitable), la Fed tendrá que volver a subir los tipos. Entonces, la liquidez se secará de golpe, provocando liquidaciones en cascada y ventas de activos.
La euforia del mercado alcista que vemos ahora podría ser solo el último canto del cisne antes del estallido de la burbuja. Acciones, bonos y criptoactivos podrían sufrir fuertes caídas.
Conclusión: a corto plazo, esta oleada de liquidez impulsará los precios de las criptomonedas, pero el riesgo a largo plazo es más que evidente. Súbete al tren si quieres, pero no apuestes todas tus fichas.