
Fuente de la imagen: https://goldprice.org/
El 26 de noviembre de 2025, el precio internacional del oro al contado alcanzó aproximadamente 4 151,88 $ por onza, lo que supone una subida del 0,45 % respecto a la jornada anterior. El oro ha mostrado una elevada volatilidad en los últimos meses, con máximos históricos a principios de año y una posterior corrección motivada por la toma de beneficios y el cambio de sentimiento en el mercado. A pesar de este ajuste, los precios siguen muy por encima de los niveles del año pasado y, en conjunto, el oro ha logrado un rendimiento sólido en 2025, atrayendo la atención de numerosos inversores.
El gráfico de velas, también denominado “gráfico de velas” o simplemente “gráfico de velas”, es uno de los formatos más extendidos en los mercados financieros. Cada vela representa los precios de apertura, cierre, máximo y mínimo de un periodo determinado—ya sea diario, semanal o mensual. Cuando el precio de cierre supera al de apertura, la vela suele mostrarse vacía o con cuerpo verde; si el cierre es inferior, se representa sólida o con cuerpo rojo o negro. La mecha o sombra señala el rango de precios (máximo y mínimo) durante ese intervalo. Para los operadores y los inversionistas en oro, identificar patrones de velas concretos—como mechas largas, doji, martillo o envolvente—ayuda a evaluar la presión compradora y vendedora del mercado, lo que facilita tanto la operativa como la toma de decisiones a largo plazo.
El movimiento reciente del precio pone de relieve la zona de los 4 150 $ por onza como un nivel de soporte clave y área de especial atención. Si el oro pone a prueba este nivel en varias ocasiones sin romperlo a la baja, el mercado podría consolidar el soporte en esa zona. Si lo atraviesa, puede aumentar la volatilidad o el riesgo de caídas. Este ejemplo ilustra el valor práctico del análisis de velas. Si en el futuro el oro forma una mecha inferior larga o un patrón martillo, podría indicar un alivio de la presión vendedora y el regreso de la presión compradora, lo que sugiere potencial de rebote a corto plazo. Por el contrario, una mecha superior larga o un patrón estrella fugaz puede señalar resistencia a corto plazo, por lo que se recomienda precaución ante posibles correcciones.
No obstante, basarse únicamente en una vela resulta arriesgado; lo más recomendable es combinar las señales de velas con el volumen, el sentimiento de mercado y el análisis fundamental para obtener una visión integral.
Las condiciones macroeconómicas y el sentimiento de mercado influyen de manera decisiva en la cotización del oro, más allá de lo que reflejan los gráficos técnicos.
En definitiva, los gráficos de velas por sí solos no bastan. Comprender el entorno macro y el sentimiento de mercado es esencial.
Los operadores a corto plazo pueden aprovechar los gráficos de velas diarios u horarios para identificar oportunidades de entrada y salida, como giros de tendencia y rupturas de niveles de soporte o resistencia. Para los inversionistas a medio y largo plazo, resulta clave seguir las tendencias macroeconómicas—como las expectativas de inflación, los movimientos de los tipos de interés, la cotización del dólar y los riesgos geopolíticos. Si prevés que el oro se mantendrá fuerte, puedes plantearte promediar el costo de adquisición o aumentar tu posición de forma gradual. Si anticipas volatilidad, puedes optar por comprar en caídas o reducir la exposición cuando sea necesario.
En resumen, utilizar el análisis de velas como herramienta complementaria—junto con los fundamentales y el sentimiento de mercado—te ayuda a invertir en oro de manera más racional y disciplinada.





