
Los últimos datos públicos confirman que la inversión de capital de riesgo en el sector cripto y blockchain alcanzó los 4,65 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2025, lo que supone un salto notable respecto a los trimestres anteriores. Este volumen se acerca al máximo anual del primer trimestre, que rondó los 4,8 mil millones. Aunque sigue por debajo de los niveles más altos del último mercado alcista, este renovado flujo de capital y actividad indica una tendencia positiva. Tras varios mercados bajistas y ajustes en el sector, los fondos y la implicación están regresando con fuerza al ámbito cripto. Las instituciones y los inversores mantienen un optimismo prudente sobre las perspectivas de blockchain.
El capital captado este trimestre se distribuyó de forma muy desigual. Casi la mitad de los fondos recaudados provienen de solo siete grandes operaciones. La inversión se centró en compañías consolidadas y proyectos en fases avanzadas: cerca del 60 % del capital se destinó a estos actores escalables y establecidos, el segundo mayor porcentaje desde 2021. Los inversores apostaron por sectores como infraestructura, tecnología blockchain central, plataformas de stablecoins, inteligencia artificial y plataformas de trading—proyectos prácticos y esenciales—, mientras que el interés por áreas antes populares como NFT, GameFi y proyectos especulativos ha disminuido notablemente. En este trimestre también se han lanzado varios fondos nuevos, que han recaudado en total 3,16 mil millones de dólares, aunque la mayoría del capital sigue procediendo de unos pocos grandes fondos vinculados a exchanges.
La recuperación del capital de riesgo va de la mano de la mejora general de los precios en el mercado cripto y de la salud del ecosistema. Según los informes del sector, en el tercer trimestre la capitalización total del mercado cripto aumentó en torno al 16,4 % hasta situarse cerca de los 4 billones de dólares, volviendo a niveles vistos tras el mercado alcista de 2021–2022. Los stablecoins también experimentaron un fuerte crecimiento, incrementando su capitalización total en 44,5 mil millones hasta 287,6 mil millones en el trimestre. Los indicadores del ecosistema DeFi, como el valor total bloqueado (TVL), también aumentaron significativamente, lo que refleja una mayor liquidez y demanda de usuarios. Activos principales como Ethereum (ETH) y BNB registraron subidas significativas, con aumentos de precio y mayor actividad de trading que revitalizan la liquidez, la confianza y el capital en todo el sector.
Este repunte del capital de riesgo refleja un cambio de enfoque en el mercado, que pasa de la especulación al crecimiento estructural. Infraestructura, capas centrales de blockchain, stablecoins, plataformas de trading reguladas, inteligencia artificial y blockchain están captando la atención por su valor a largo plazo. Para inversores y emprendedores que buscan una participación a largo plazo, este ciclo supone un punto de entrada más estable y racional que el mercado alcista de 2021–2022.
Aun así, persisten riesgos que aconsejan prudencia. Aunque la financiación ha aumentado, el capital sigue concentrado en unos pocos proyectos grandes, y hay menos operaciones pequeñas y en fases iniciales (pre-semilla). El mercado, aunque está en recuperación, no ha alcanzado el entusiasmo del ciclo alcista de 2021—precios, valoraciones y sentimiento pueden seguir siendo frágiles. Si las condiciones macroeconómicas o regulatorias cambian, existe el riesgo de una corrección significativa.
Los inversores minoristas deberían extremar la cautela antes de seguir las tendencias del mercado en general. Más allá de las grandes inversiones, conviene analizar los fundamentos empresariales del proyecto, su cumplimiento regulatorio y la ejecución real en el mercado.





