
La pérdida impermanente es uno de los principales riesgos que asumen los proveedores de liquidez en protocolos de Automated Market Maker (AMM) dentro del ecosistema DeFi. Este fenómeno se produce cuando los usuarios depositan activos en pools de liquidez y experimentan una reducción temporal de su valor frente a la alternativa de mantener dichos activos. Comprender la pérdida impermanente resulta fundamental para quienes evalúan convertirse en proveedores de liquidez en DeFi.
Los Automated Market Makers operan mediante pools de liquidez que permiten intercambios de tokens entre pares de criptomonedas. Cuando los usuarios quieren cambiar tokens, interactúan con estos pools en vez de operar directamente con otros traders. Los proveedores de liquidez aportan cantidades equivalentes de dos tokens (habitualmente en proporción 50/50) para facilitar las operaciones.
Por ejemplo, en un pool ETH/USDT donde ETH cotiza a cierto precio, un proveedor que deposita 10 ETH debe añadir el valor equivalente en USDT. Al depositar, recibe tokens LP que representan su porcentaje de propiedad en el pool. Estos tokens LP permiten retirar en cualquier momento su parte proporcional del pool, no una cantidad fija de tokens.
Este mecanismo sienta las bases para la aparición de pérdida impermanente cuando los precios fluctúan de forma significativa. La estructura de propiedad proporcional, en vez de cantidades fijas, diferencia la provisión de liquidez de la simple tenencia de activos y genera la posibilidad de pérdida impermanente.
La pérdida impermanente mide la diferencia entre el valor que obtiene el proveedor de liquidez frente a mantener los activos fuera del pool. Es una característica esencial de los protocolos DeFi, diseñados para permitir la formación de precios de forma descentralizada y sin control central.
Esta pérdida se produce porque los proveedores reciben un porcentaje del pool, no una cantidad concreta de tokens. Analizar la pérdida impermanente implica estudiar la dinámica de mercado en DeFi, comparar distintas estrategias de provisión de liquidez y ayudar a los inversores a tomar decisiones informadas.
El término "impermanente" señala su naturaleza temporal: se puede recuperar si los precios de los activos regresan a sus niveles iniciales. Sin embargo, una vez retirada la liquidez, la pérdida impermanente pasa a ser permanente. Por eso, el momento y el conocimiento del mercado son claves para gestionar este riesgo.
La pérdida impermanente deriva de los mecanismos algorítmicos de reajuste que emplean los AMM para mantener pools de liquidez. Cuando los precios varían entre la ejecución y la liquidación de una operación, el valor de los activos en el pool se ajusta automáticamente, provocando desajustes entre lo depositado y lo retirado.
Si un proveedor de liquidez deposita activos y el precio de uno sube de forma notable, el algoritmo AMM reequilibra el pool, disminuyendo la cantidad del activo que se revaloriza y aumentando la cantidad del otro. Al retirar su participación, el proveedor recibe menos tokens del activo apreciado que los depositados, generando pérdida impermanente pese a la subida del precio.
Por el contrario, si el precio baja antes de la liquidación, el proveedor puede obtener una ganancia impermanente respecto al peor escenario. El pool aumenta la cantidad del activo depreciado, lo que puede compensar parcialmente algunas pérdidas. Sin embargo, este caso sigue siendo una desviación respecto a la simple tenencia y evidencia la complejidad de la pérdida impermanente.
Las plataformas AMM utilizan fórmulas matemáticas para gestionar los pools, siendo la fórmula de producto constante la más utilizada: liquidez de ETH × liquidez de token = producto constante.
Saber calcular la pérdida impermanente es esencial para los proveedores de liquidez. Por ejemplo, si un pool parte de una relación determinada entre ETH y USDT y el precio de ETH se duplica, el pool se reajusta automáticamente para mantener la fórmula. Este reajuste genera la pérdida impermanente.
El proveedor con participación proporcional retirará menos unidades del activo apreciado que las depositadas, aunque el valor total en dólares haya subido. La diferencia entre el valor obtenido por proveer liquidez y el valor por mantener los activos originales es la pérdida impermanente: el coste de oportunidad de proveer liquidez en movimientos de precio significativos.
La relación matemática muestra que la pérdida impermanente crece de forma exponencial cuanto mayor es la divergencia de precios, por lo que resulta esencial comprenderla en pares volátiles.
Existen varias estrategias para minimizar el riesgo de pérdida impermanente, aunque eliminarlo completamente no es posible:
Órdenes stop loss: Las órdenes de stop loss en niveles de precio establecidos limitan las pérdidas potenciales al retirar liquidez automáticamente cuando el precio supera ciertos umbrales. Así, los proveedores pueden salir antes de que la pérdida sea relevante.
AMM con bajo slippage: Elegir plataformas AMM con bajo slippage reduce el riesgo de variaciones significativas de precio entre ejecución y liquidación. Un entorno con menor slippage ofrece condiciones más predecibles y menos exposición a pérdida impermanente.
Monitorización activa del mercado: Revisar regularmente el mercado permite ajustar estrategias de forma proactiva. Anticipar movimientos relevantes facilita posiciones estratégicas que reducen el riesgo de pérdida impermanente y maximizan la obtención de comisiones.
Herramientas de gestión de riesgos: Muchas plataformas DeFi ofrecen herramientas que ajustan automáticamente posiciones o establecen límites para gestionar la exposición a pérdida impermanente. Así, el riesgo se mitiga de manera sistemática, sin necesidad de intervención manual constante.
Pares de stablecoins: Proveer liquidez a pares de stablecoins reduce drásticamente la pérdida impermanente, ya que ambos activos mantienen precios estables. Esta estrategia sacrifica potencialmente rentabilidad por comisiones de trading a cambio de menor riesgo.
No obstante, aunque estas estrategias disminuyen la exposición, no garantizan la prevención total. Operar en DeFi implica riesgos inherentes que requieren comprensión profunda de la mecánica de la pérdida impermanente.
El término "pérdida impermanente" puede inducir a error, y se parece al concepto de pérdida no realizada. Aunque teóricamente puede revertirse si los precios regresan a su nivel original antes de retirar la liquidez, no existe garantía de ello.
Cuando los proveedores retiran activos del pool, la pérdida impermanente se convierte en definitiva. La principal compensación por asumir este riesgo son las comisiones de trading obtenidas durante el periodo de provisión. Sin embargo, en mercados volátiles y ante grandes movimientos de precio, estas comisiones suelen ser insuficientes para compensar pérdidas significativas.
Es interesante observar que la caída en el precio de los activos puede aumentar la cantidad de tokens en manos del proveedor respecto al depósito inicial. Esto sugiere estrategias como aportar liquidez en mercados estables o bajistas y mantener activos volátiles durante tendencias alcistas para optimizar beneficios y minimizar la pérdida impermanente.
Comprender estos mecanismos permite tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo participar en la provisión de liquidez DeFi, equilibrando ingresos por comisiones y riesgo de pérdida impermanente según las condiciones de mercado.
La pérdida impermanente es un aspecto clave para cualquier participante en la provisión de liquidez DeFi. Este fenómeno surge de los algoritmos de los Automated Market Makers, que reajustan pools ante cambios de precio. Aunque los proveedores reciben comisiones, los movimientos significativos pueden provocar pérdidas que superen los ingresos generados.
Para operar con éxito como proveedor de liquidez es imprescindible comprender el funcionamiento de los mecanismos AMM, calcular escenarios de pérdida impermanente y aplicar estrategias de gestión de riesgos adecuadas. Las estrategias descritas—órdenes stop loss, plataformas con bajo slippage, pares estables, monitorización activa y herramientas de gestión de riesgos—ayudan a mitigar, aunque no eliminar, la exposición a este tipo de pérdida.
En definitiva, la decisión de aportar liquidez debe considerar las condiciones de mercado, la volatilidad esperada y la tolerancia al riesgo. Una comprensión sólida de la mecánica de la pérdida impermanente y una gestión de riesgos eficaz permiten a los participantes tomar decisiones alineadas con sus objetivos y perfil inversor. Aceptar que la pérdida impermanente es inherente a la provisión de liquidez en AMM permite tener expectativas realistas y planificar mejor en DeFi.
Si el precio de un activo en un pool de liquidez aumenta un 50 %, el proveedor puede perder cerca de un 2 % de beneficio potencial frente a mantener los activos.
Para reducir la pérdida impermanente, utiliza pares de tokens estables, evita los volátiles, diversifica tus inversiones y monitoriza la evolución de los precios. Considera aportar liquidez en activos menos volátiles.
Por ejemplo, un pool donde los valores de los tokens varían y se produce una pérdida de 7,10 $ por fluctuaciones de precio entre activos como MATIC y ETH.
Sí, es posible perder criptomonedas en pools de liquidez a causa de la pérdida impermanente, vulnerabilidades en smart contracts o por operar en plataformas fraudulentas. Investiga y utiliza siempre DEX de confianza.











